La maravillosa historia de la perra que vive en una estación de servicio

Saluda a niños, camioneros, taxistas y chacareros que llegan a la estación de servicio dándoles la patita.

Georgina es una perra que desde hace siete años vive en la estación de servicio ubicada en Calle 11 y Mendoza de Pocito, en San Juan. Al verla flaca, los empleados del lugar la adoptaron y ella, en agradecimiento, se muestra cariñosa con la gente.

Puede recorrer otros lugares, como las zonas de comercios o el campo, o mismo interactuar con otros perros, pero siempre vuelve a la estación de servicio.

«Está mejor alimentada que nosotros», dijo Marcos Galdeano, uno de los empleados, en diálogo con el diario Tiempo de San Juan. «El nombre se lo puso un compañero y es porque así se llamaba una chica que trabajaba en servi-compras», agregó.

Georgina sabe bien que en lo alto de la heladera de hielo se encuentra su alimento, que se lo compran entre todos los empleados, quienes revelaron que, a pesar de que muchas personas se encariñaron con ella y se la quisieron llevar, a los pocos días terminaba volviendo a la estación de servicio.

«Cuando salen los muchachos haciendo picar los autos, se enfurece. Los corretea al lado del auto y se los quiere comer crudo. O cuando es de noche y viene alguien que a ella no le cae bien, empieza a olfatearlo y a dar vueltas alrededor del auto en el que llega. Es muy inteligente», comentó Galdeano.

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