Juicio a los narcopenitenciarios: declararon los gendarmes que descubrieron el cargamento y los que investigaron a la banda

En el segundo día de audiencia del juicio que se le sigue en Posadas a once personas acusadas de integrar una banda de narcotraficantes declararon los gendarmes que participaron del procedimiento de hallazgo del estupefaciente y los que participaron en la investigación posterior.
Los sospechosos cayeron en dos operativos que se concretaron en Garupá y Puerto Rico, en los que secuestraron 2134 kilos de cannabis sativa, en 2011. Se trata de Emar Favián Tévez , Sergio Daniel Briñóccoli, Armando Hipólito Vallejos y Hernán Vargas; todos integrantes del Servicio Penitenciario Federal; y los civiles Sandro Salazar; María Estela Montiel , Julio Otto Schwarz, Darío, Javier y Virginia Mabel Samudio y Juan Darío Betros.
Del grupo, solo Betros declaró. Dijo que él organizó el traslado de la droga y ninguno de los demás acusados sabía que lo que se iba a llevar desde Misiones hacia Buenos Aires era marihuana.
Betros fue arrestado por el Grupo Especial de Operaciones Federales (PF) en Garupá, en octubre de 2011. Fue tras un tiroteo en el que cayó abatido Daniel Vargas, quien también habría sido parte de la presunta banda ahora juzgada. En ese procedimiento también decomisaron cannabis sativa, unas dos toneladas.
Este martes, el primero en declarar fue el comandante Omar Evaristo Mamani, que era jefe de la sección Puerto Rico de GN al momento del control de ruta, el 24 de mayo del 2011, que derivó en el inicio de la pesquisa.
Explicó que él viajaba casualmente por la ruta nacional 12 y al llegar al puesto de control de ruta de la fuerza, vio que había un camión del Servicio Penitenciario Federal, algo “inusual para la zona, porque no hay dependencias de esa fuerza en la zona”.
“Nos pareció rara la presencia del camión y paramos para consultar a los encargados del control, sobre la presencia del camión y por qué estaba siendo controlado. Observamos que el can antinarcóticos estaba exaltado a un lado del rodado”, dijo Mamani.
“Se solicitó la autorización del Juzgado Federal para la requisa y cuando se obtuvo se procedió a hacerla. Al abrir la caja del camión vemos muebles, con carteles que decían Alcalde Huemul, con destino a Goya, algo muy extraño, porque sabemos que Goya está en Corrientes y no tenían por qué estar en Puerto Rico”, recordó el comandante.
Detrás de los muebles encontraron “unos arcones de madera. Se abrió uno frente a los testigos y se hallaron ladrillos o paquetes, se procedió a la prueba de campo y se determinó que eran de canabis sativa”, añadió el testigo.
Relató que a la par de esto, Tévez, el chofer del camión (El ayudante principal de la División Suministros de la Dirección General de Administración del Servicio Penitenciario Federal) hablaba por teléfono o intentaba comunicarse con alguien, en tanto Sergio Daniel Briñóccoli (el ayudante de Cuarta de la misma repartición), el acompañante se movía de un lugar a otro. “Se pusieron más nerviosos al ver los ladrillos de marihuana”, evocó Mamani.
El comandante explicó que él iba acompañado de su auxiliar, el subalférez Avellaneda y que a cargo del control estaba el subalférez Sanders. A las 16.30 llegaron al puesto de control y se estaba realizando la revisión del camión. A las 19, aproximadamente comenzó, la requisa del camión en la sede de Gendarmería de Puerto Rico. “Quedo un registro filmado del procedimiento y las actuaciones fueron entregadas al Juzgado Federal”, dijo el comandante.
Explicó que al llegar a la sede de Gendarmería estaba oscureciendo y por ello se encendieron los reflectores para iluminar mejor el procedimiento. Allí frente a los detenidos (chofer y acompañante) y los testigos se procedió a abrir el camión, bajar los muebles que había y se fue inventariando todo. Allí se encontraron 26 cajas pintadas de negro que contenían panes de marihuana, el procedimiento se extendió toda la noche terminando a las 7 de la mañana. Luego se remitieron las actuaciones y los detenidos fueron trasladados al Juzgado.

NARCOS 2

Luego fue el turno de Matias Joaquín Avellaneda, que era el subalférez que oficiaba de auxiliar de Mamani. Él narró que viajaban hacia la localidad de Capioví, cuando al llegar al puesto de control sobre la ruta 12, ven al camión del Servicio Penitenciario Federal demorado, por lo que bajan a averiguar qué había pasado.
“Consultamos al subalférez Sander por qué el control al camión y explicó que el can detector se había excitado por algo en la caja del camión. El chofer, Tevéz, dijo que venían de Eldorado”, indicó. “Habitualmente no se controla un vehículo oficial, pero de frente parece un camión común, solo en los costados se ve que es un vehículo oficial”, precisó.
Para él “Tevéz se veía nerviosos y se comunicaba por teléfono con su celular, en una oportunidad me pasa el teléfono y hablo con alguien que se identifica como Jefe de la División Suministros, su nombre no alcancé a comprender por el tráfico de la ruta. Él preguntó por qué se controlaba el camión, me preguntó por los choferes y le dije que era un control de rutina y que si todo estaba bien ellos iban a seguir viaje en breve. Le pase el teléfono a Tevéz que escucho le dice <> en tono de preocupación”.
Explicó que el subió al camión una vez que se les autorizo a abrirlo, “había muebles y fuimos corriendo hasta llegar a las cajas que estaban cubiertas de papel film y algunas mantas. Abrimos una caja y hallamos paquetes de color azul y realizamos la prueba de campo antinarcótico, que dio positiva”.
Aclaró que una vez que el camión fue trasladado a la sede de Gendarmería para la requisa, se filmó todo el procedimiento. Allí se procedió a la descarga de los muebles y cajas, una 26 según Avellaneda. Explicó que dentro de las cajas había una grasa de color rojizo, que rodeaban los ladrillos.
Ante la pregunta de la defensa, consideró “que Tevéz llamó varias veces, algo que no era habitual, por la insistencia con que llamaba. Realizó 5 o 6 llamadas y en todas parecía hablar con alguien no sé si efectivamente se comunicó con alguien todas las veces”.
Luego fue el turno de Guillermo Javier Sander, que era jefe del Grupo Vial de Puerto Rico y estaba a cargo del control de ruta. Explicó que tenían la orden de hacer un control de 16 a 18 horas, con la presencia del can detector llamado “Larry”.
“Era un control de rutina, teníamos una franja horaria para controlar, controlamos varios vehículos y camiones. Apareció este camión entre las 16.15 y 16.20, procedimos a mandarlo a un costado de la ruta para su control. Ahí vimos que era del Servicio Penitenciario Federal, porque el cartel, logo estaba a un costado”, narró el gendarme.
“Preguntamos de dónde venían, que hacían en la zona, creo que Tévez me dijo que venían de Eldorado, no recuerdo bien. Le preguntamos por la carga y los papeles de la misma”, dijo. Explicó que a la par de su charla con el chofer, Larry hacía su trabajo de rutina junto a su guía. Entonces llegó el comandante Mamani, a quien le llamo la atención la presencia del camión.
“El guía me dice que algo pasa, porque el perro está reaccionando de forma anormal”, recordó Sanders, que consultó a los que ocupaban el camión que llevaban y al oír que llevaban una mudanza, “llamamos al doctor Guerrero (del Juzgado Federal) que nos autorizó a abrir el camión frente a testigos”.
“Abrimos el camión y vimos muebles, mantas y sillas, el perro subió y quedó más exaltado, corrimos los muebles y vimos unas cajas negras, el perro se volvió loco arriba de ellas”, narró Sanders.
Explicó que se abrió una caja y se realizó la prueba de campo ahí, además se hizo una requisa de la cabina, donde se encontró ropa y un arma, que Tévez reconoció como suya.
Le consultaron sobre cómo se hace el control del can y Sanders explicó que el guía lo hace recorrer alrededor de todos los vehículos controlados, y ante cualquier cambio de actitud del animal, se sospecha la presencia de algo extraño. Sobre como es la reacción del can, Sanders, dijo que eso debían preguntarle al guía que está entrenado para esas determinaciones.
Explicó que el can pertenece al escuadrón 11 de Gendarmería con asiento en San Ignacio y de ahí es enviado a los diferentes puntos de control. Que habitualmente ellos contaban con la presencia del can.
El participo de la comitiva que realizó la requisa del camión, recordó que dentro de las cajas había grasa. Porque el participo de la abertura de las mismas y la extracción de los paquetes o ladrillos.
Luego fue el turno de Pablo Rodrigo Godoy, que estaba a cargo de las pesquisas de la unidad especial de Investigación con asiento en Eldorado. El gendarme explicó que el estuvo trabajando junto a su grupo en la averiguación de la presencia del camión del Servicio Penitenciario Federal (SPF) en Eldorado.
Luego de varias requisas e investigación se determinó una propiedad en Eldorado, donde el camión podría haber estado, explicó que se habló con vecinos, de la zona, sin identificarlos y sin llevar registros de sus datos personales. Esta tarea de inteligencia determino que solo la propiedad del señor Julio Otto Schwarz reunía las condiciones para haber albergado a tal camión.
Explicó a través de un croquis la disposición de la propiedad, las entradas y salidas de la misma y cómo estaba dispuesta la casa. La propiedad fue allanada el día 25 de mayo de 2011, encontrándose solo la señora María Estela Montiel en ella al momento del operativo. En la vivienda se incautaron diversos elementos posiblemente relacionados a la causa, como ser papel fil (dos rollos), tiket de compra de clavos, pintura negra en aerosol, papel celofán azul y un tambor con grasa de color rojizo.
Explicó que a un costado de la casa había un depósito donde había herramientas y al lado del mismo estacionado había un camión con semirremolque, el cual no pudieron requisar en primera instancia por no contar con las llaves y la autorización. En el depósito hallaron una perforadora de banco, que al pie tenía picaduras de un material extraño, al hacer el control químico se determinó que era marihuana.
Además había huellas de un camión grande en uno de los accesos, se registraron fotografías para que las usen los peritos.
Explicó que solo la señora Montiel se hallaba cuando realizaron el allanamiento. Cuando ellos llegaron nadie les atendía, por ello el se trepo al muro perimetral y al salirle a su encuentro dos perros rotwailer, la propietaria salió a ver qué sucedía. Y así comenzó el allanamiento.
Mañana continúan la ronda de testimoniales. El grupo de presuntos narcos es juzgado por el Tribunal Federal de Posadas, que en esta ocasión está compuesta por tres subrogantes: Lucrecia Rojas de Badaró (presidente e integrante del TF de Corrientes), Eduardo Belforte y Fermín Amado Ceroleni (estos dos últimos del TF de Chaco).

 

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