La reconocida cantante apareció transformada en la nueva tapa de su disco #1 To Infinity: su cuerpo no coincide con el que se ve en los shows que brinda.
Cada vez es más habitual el uso excesivo de Photoshop para dar «retoques» a las figuras de los famosos. Ya no sorprende ver a las celebridades con dos apariencias: una cómo es en la realidad y otra cuando pasa por las manos expertas de los diseñadores y fotógrafos.
Es el caso de Mariah Carey quien aparece transformada en la portada de su nuevo disco, #1 To Infinity, donde la imagen de la cantante parece haberse excedido en la transformación. En la foto está más delgada y su rostro ha perdido la redondez.
Es que la última vez que se la vio en un escenario, el pasado 14 de marzo, su imagen era distinta: embutida en un traje negro, donde se notaban sus redondeadas formas y algunos kilos de más.
Carey, de 44 años, siempre ha admitido no estar contenta con su cuerpo. En 2012, tras ser madre de mellizos, se sometió a una dura dieta con la que perdió más de 13 kilos en tres meses. «Estar embarazada es lo más bonito y lo más duro que me ha pasado. Hubo momentos en que pensé que nunca volvería a lucir el mismo cuerpo que antes», había asegurado y añadió: «Subí 14 kilos durante mi embarazo, pero si miras las fotos parece que fuesen como 9.000. La mayoría era peso por el agua de mi cuerpo».
