River alcanzó la igualdad sobre el final y vuelve a soñar con los octavos

El conjunto Millonario perdía 2 a 0 con goles de Arévalo Ríos y Alvarez, pero sobre el final del juego descontó Gutiérrez y luego lo empató Mora. Los de Gallardo recuperan la esperanza de clasificar.

  • Los dirigidos por Matías Biscay y Hernán Buján, ya que Marcelo Gallardo siguió purgando su suspensión en un palco del estadio de la Universidad de Nuevo León handy en mano, tuvieron la pretensión de manejarle la pelota a Tigres desde el arranque y en parte hasta lo lograron.Sin embargo «todo fue brillante», como dice el tango, «menos el final», porque en tres cuartos de cancha las ideas se les nublaron a los de Núñez, que no tuvieron lucidez, en realidad la perdieron hace un tiempo, más precisamente cuando Leonardo Pisculichi y Teófilo Gutiérrez bajaron sus niveles de juego hasta el sótano.El volante nunca apareció en el primer período y por eso fue reemplazado en el entretiempo por Gonzalo Martínez, mientras que el colombiano pasó como una sombra por el colmado estadio mexicano y solamente se notó su presencia cuando empujó a la red un rebote en el arquero argentino Nahuel Guzmán.

    Es que lo de River duró apenas 10 minutos, hasta que el raspador volante uruguayo Egidio Arévalo Ríos hizo algo que está muy lejos de ser su especialidad: un gol.

    Fue a los 11 minutos con un preciso remate esquinado desde afuera del área que encontró una floja respuesta en el arquero Marcelo Barovero.

De allí en adelante los dirigidos por Ricardo «Tuca» Ferretti retrocedieron 10 metros en la cancha y se plantaron para salir con rapidez tratando de tomar a los volantes y defensores riverplatenses adelantados.

Pareció sentir el impacto después del tanto y salió en busca de dar vuelta una historia que parecía tener un destino nefasto, ya que apenas dos minutos después de ese tanto se fue lesionado Leonardo Ponzio con una contractura en el muslo izquierdo y entró en su lugar Matías Kranevitter.

El equipo de Núñez lucía desconcertado de tres cuartos de cancha en adelante, atado en el medio, impotente en ataque y dubitativo en defensa. Un cóctel peligroso en definitiva para su imperiosa necesidad de victoria.

Se lo notaba desesperado en el palco a Gallardo, comunicándose con sus colaboradores y tirando nerviosamente el intercomunicador sobre el escritorio sin entender que pasaba con sus jugadores en el campo.

Por eso decidió jugarse el todo por el todo para el segundo tiempo, agotando los cambios de entrada con los ingresos del uruguayo Camilo Mayada por Ariel Rojas y Gonzalo Martínez por el mencionado Pisculichi.

Claro que el «Pity» entró poco en juego y el resto siguió debatiéndose en una nebulosa entre animarse a ir por todo o no arriesgar en demasía.

En eso estaba River cuando a los 23 minutos el ex River Damián Alvarez cumplió con la «ley del ex» y anotó el segundo tanto que parecía lapidario para las aspiraciones riverplatenses.

Recién entonces el conjunto de la banda roja intentó vender la derrota al menos no tan barata como lo estaba haciendo, pero esta vez el destino se puso transitoriamente de su lado y le abrió una ventana en los últimos cuatro minutos por la que se colaron el colombiano Gutiérrez y el uruguayo Mora.

Sus dos goles consecutivos llevaron a River a soñar, al menos un poco, con la clasificación, pese a que en sus cinco presentaciones en el grupo es el único que no ganó ningún partido.

Claro que para que esto ocurra deberá golear como local el próximo miércoles a las 19.45 a San José, de Oruro, su verdugo en Bolivia, mientras el peruano Juan Aurich no debe ganarle simultáneamente en Chiclayo al ya clasificado Tigres, que llegará a este juego con un equipo mixturado por la inmediatez del clásico de Monterrey ante Los Rayados del sábado 18.

Tigres quedó con 11 puntos, Juan Aurich suma cinco (-1), River cuatro (-2) y cierra San José con tres (-5).


Fuente: Télam

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