El pediatra Guido Barreiro es especialista en este trastorno y en diálogo con Radio Libertad explicó todos los puntos que deben tener en cuenta los padres, hermanos y docentes para tratar al niño que lo padece. En esta nota, la importancia de detectar y tratar de manera integral a los TDAH, y las consecuencias de no hacerlo a tiempo.
Doctor Guido Barreyro – Pediatra – especialista en TDAH
Que significa la sigla TDAH?
Es el Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad que según indicó Barreiro es de difícil diagnóstico, porque también hay otras patologías donde el comportamiento está alterado.
Este trastorno es bio temperamental, porque hay una alteración de los neuro transmisores, que se puede ver en un diagnóstico por imágenes. Con esos estudios se puede observar que las funciones ejecutivas del niño se ven alteradas o diferenciadas de lo que llamamos, la normalidad. Se requiere de un diagnóstico preciso, y luego de un tratamiento.
Los padres ocultan al niño TDAH
Cuesta mucho detectar al niño TDH, porque los padres ocultan el problema y generalmente durante mucho tiempo, y por ende se suele ver a pacientes adolescentes o incluso más grandes, que lo han sufrido muchos años sin llegar al diagnóstico y tratamiento.
Esto ocurre porque los progenitores no quieren reconocer que tienen un niño con un problema de salud, y eso los lleva a ser chicos marginados por la sociedad en su conjunto.
La patología no solamente afecta el ámbito escolar, sino también sus relaciones en el mismo barrio y con sus amigos, o en la casa con sus propios hermanos, y ese distanciamiento se va a agrandando con el tiempo.
El TDAH es siempre más aniñado que otros infantes
Entre la sintomatología se cuenta un déficit en el área que corresponde a la inteligencia emocional. Eso les produce en este ámbito, una diferencia de al menos dos años menos a la edad que tienen. O sea que cuando tienen cinco años, parecen de tres, y cuando tienen siete, parecen de cinco y así sucesivamente, nunca van logrando emparejar. Eso los hace muy aniñados, con muchos berrinches y sufren más llamados de atención que por ejemplo sus hermanos.
La falta de tratamiento genera problemas para todos, incluso el divorcio de sus padres
La patología que sufren los hace el eje central de una familia, y conlleva en general un problema serio en la pareja, porque como se trata de un trastorno que es hereditario, el padre o madre que lo tiene, no lo reconoce, y es el otro el que se hace cargo del niño. Eso implica un deterioro importante en el área de la salud mental con el tiempo, y genera que la pareja (padres) también tengan problemas. Las estadísticas muestran que el 80% de las parejas que tiene hijos TDAH, terminan en divorcio.
Por eso el TDAH requiere de una terapia familiar, porque además de los padres, están los hermanos que no entienden a su hermanito/a, y que se sienten menoscabados porque se le presta más atención a uno.
Cómo es el niño TDAH; y cuando se pueden ver los primeros síntomas
Barreiro aclaró que los síntomas comienzan desde una edad muy temprana, ya desde recién nacidos tienen problemas para comer, son irritables, llorones y casi la mayoría tiene una mayor estimulación en el área motora, lo que hace que empiecen a caminar antes del año de vida. Justamente es ahí donde empiezan los problemas, porque con esa impulsividad que tienen, se ponen en peligro permanentemente. Se arrojan de la cuna, o saltan de la cama, meten cosas en los enchufes y son de los que salen corriendo a la calle sin mirar, pudiendo ser atropellados. Hay que tener un cuidado constante con ellos, mucho más que con los chicos que no sufren el trastorno.
Los castigos físicos empeoran la situación
Los niños TDAH no son rebeldes o inquietos porque así eligen ser, ellos reciben la orden de sus metes de hacer algo y ejecutan esa acción, e inmediatamente después se arrepienten. Por eso el padre que trata de corregir esos comportamientos con un castigo físico, en realidad empeoran la situación, y lo único que hacen es agregarle depresión al chico. A esa patología los niños TDAH tienen tendencia, ya que se dan cuenta que son distintos, y se sienten mal porque son discriminados en todos lados. Eso lleva a que tengan un alto porcentaje de suicidios, y otras afecciones como tics nerviosos, ansiedad generalizada, y hasta fobias.
No todos los chicos inquietos son TDH
El especialista contó que generalmente estos niños son diagnosticados en la etapa preescolar o de educación primaria. “Todo niño que corre, salta y empuja no es TDAH, porque todos lo hacen en esas edades. Pero al tocar el timbre o la campana de la escuela, uno se da cuenta porque el chico que no tiene el problema, de manera inmediata empieza a callarse, a bajar los decibeles, a caminar hacia el grado. Y sin embargo el niño con TDAH sigue corriendo, empujando, en actividad y sin detenerse. Esto pasa porque el sonido que le dice que tiene que parar, quedarse quieto, no lo interpreta.
Los chicos TDAH son igual o más inteligentes que otros niños
Estos niños son de coeficiente intelectual normal o incluso superior al normal. Y hay cuatro tipos en los que se podría clasificarlos:
-Están los inatentos puros, que se da más en las niñas, y que no tienen la capacidad de atender por más de cinco minutos, lo que les causa un retraso escolar.
-Luego los que tienen la triada con inatención y también les genera problemas en la escuela..
– Los hiperactivos impulsivos, que no tienen problemas de atención y si una capacidad importante de fijar el conocimiento escolar en pocos minutos. Son los que resuelven rápido la actividad que da el docente y es allí cuando empiezan a molestar a los demás.
-Y por último los oposicionistas desafiantes, que son los que dicen “no” a todo. Estos tienen problemas de conducta y no aceptan la autoridad. Las dificultades son primero con las maestras, luego con la directora, y más tarde, ya con más años no aceptan por ejemplo la figura de la policía. “Para ellos todos son pares. Ellos no están por debajo de nadie y no aceptan las reglas, un adulto es considerado como un par, y le hablan como si fuera un compañero o amigo”.
Barreiro afirmó que para los docentes es difícil tenerlos todo el día en la clase, pero los educadores tienen también que entender que estos chicos no tienen otra salida que la de ser comprendidos, y necesitan ir al colegio como todos los de su edad. Además no existen en la Argentina colegios especiales para chicos con este trastorno.
Rol del docente ante los chicos TDAH
Para el especialista el maestro debe saber por ejemplo que aquel alumno que tiene trastorno de la lectura, es importante que se lo califique con la escritura. O aquel que es bueno con la oralidad pero tiene mucha dificultad en la escritura, se debe calificarlos en la oralidad.
Otra estrategia es tenerlos más cerca del docente, para que preste más atención. Tocarlos varias veces en el aula, para asegurarse que el chico está compenetrado con lo que se está dando. Repetirle varias veces las consignas.
“Generalmente estos niños andan muy bien con un maestra particular como las de antes, que sin saber de estos trastornos, tenían su técnica o estrategia para hacerse comprender. Estos docentes los ayudan a nivelarlos, y achican las posibilidades de que los alumnos abandonen la escuela, porque los chicos TDAH, tienen una alta tendencia a abandonar sus estudios”.
No es algo poco común. Se estima que hay por lo menos uno o dos chicos con TDAH en cada aula de cada escuela.
Tratamientos con y sin fármacos
En general se debe realizar un tratamiento polimodal, expresó el pediatra. “Siempre digo que al chico que vamos a tratar con medicamentos, es aquel que sufre y hace sufrir al entorno. Pero sin embargo si el niño con sus falencias, se adapta con esfuerzo, no es el brillante del aula, pero va yendo, y en la casa hay una adaptabilidad a su comportamiento y sus costumbres, ese chico no requiere de un tratamiento farmacológico, pero sí de uno psicopedagógico que puede ayudarlo hasta que consigue adaptarse escolarmente.
Hay algunos chicos que tienen falencias más complejas, sobre todo que tienen dos o tres años de retraso escolar. Con ellos es más difícil porque tienen un trastorno en lo que se llama la memoria a corto plazo o memoria de trabajo, lo que incluye la educación de todos los días, lo que tiene que ir guardando en su “chip”, de manera tal que cuando necesite sacarlo, lo tenga. Ellos tienen grandes lagunas porque al tener el trastorno de la inatención, han dejado pasar conceptos que después le sirven para armar lo que necesitan. En estos casos se necesita de la medicación y muchas veces de psicólogos.
Tratamiento farmacológico
Ante el temor que en casi todos los padres genera la posibilidad de que su hijo deba ser medicado, Barreiro explicó que “la medicación si está bien dada, en las dosis que tiene que ser, lejos está de producir un cambio realmente importante en el niño. Si produce cambios en la conducta, los hace más reflexivos, más atentos, disminuyen los berrinches. Pero no es que le van cambiar al hijo, o que va a dejar de ser el niño que era. En cambio mejora para bien en la lecto escritura, la atención en la escuela, y el hecho de no estar tan hiperactivo hace que pueda permanecer más minutos sentados en el aula”.
Por otro lado el galeno aclaró que la medicación que se utiliza está comprobada desde hace décadas, y se fue mejorando con el tiempo. No tiene prácticamente efectos colaterales, salvo los primeros días de toma (comprimidos), que podría provocar al no estar acostumbrado el organismo, algún dolor estomacal pasajero o de cabeza, pero leve. Tal vez también la pérdida de apetito, pero nada más que eso. El medicamento no provoca adicción, y puede ser dejado cuando quiera.
Es muy necesario tratar a la los chicos TDAH para que no caigan en el consumo de sustancias
Es imprescindible llenar esos lugares en el cerebro donde actúan los neurotransmisores, el déficit en ellos hace que estos chicos tiendan a buscar alimentos o sustancias que le den una sensación de placer, entonces comienzan desde edades tempranas con el café, el alcohol, el tabaco, o las drogas. Buscan sustancias que les den una sensación de bienestar. Por eso es importante la medicación a temprana edad, para que la misma ocupe esos espacios donde entrarían por ejemplo los estupefacientes.
Guido Barreiro – Pediatra – Radio Libertad
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