La riña ocurrió en un edificio del barrio porteño de Recoleta. Todo empezó luego que uno de los propietarios entró y le recriminó al encargado que su perro estaba en el lugar de trabajo. El hombre lo insultó y comenzaron a pegarse.
Todo por un perro. Así podría resumirse esta historia de ira y violencia desatada en el hall de un edificio, ubicado en la calle Libertad al 1600 en el barrio porteño de Recoleta, donde el encargado y uno de los propietarios se agarraron a las trompadas en medio de una discusión. La pelea quedó registrada por las cámaras de seguridad del lugar.
Las imágenes muestran al encargado sentado en la entrada de un edificio con su pequeño perro. Al minuto, un joven ingresa y le recrimina por qué está ahí la mascota cuando no está permitido. Aparentemente, había orinado en la entrada y eso lo enfureció más.
El portero se para y se vuelve a sentar. Se muestra inquieto y nervioso. Cuando está de espaldas, aprovecha para patear al animal, pero eso no es percibido por el dueño. Ante la queja, se ve al encargado levantarse e insultar al joven, quien inmediatamente reacciona y lo encara.
Entre insulto e insulto, comenzaron a tirarse trompadas y patadas hasta que cayeron al piso. El joven estaba descontrolado y, pese a que personal de seguridad intentó calmarlo, solo cuatro personas pudieron frenarlo.
«Llegué a mi casa. Entro por la puerta de servicio. Veo que el portero estaba trabajando con el perro. Le digo que no puede estar. Sigo mi camino y escucho gritos y alaridos con insultos. Me acerco y me sigue gritando. Se me abalanza. Me manda el perro a ladrarme y lo corro con el pie. Reacciono así por el maltrato y en ese momento termina en una pelea», contó Pablo, el propietario que protagonizó la violenta riña.
«Los perros entran por la puerta de entrada del edificio. Domingo (el portero) trabaja acá desde hace mucho más que yo No sé qué pasó después de la pelea», contó otro de los porteros en diálogo con un cronista de A24.
(InfoBae)
