San Lorenzo le ganó al San Pablo y renueva sus ilusiones en la Copa

El ex delantero de Quilmes puso el 1 a 0 definitivo a los 25 del segundo tiempo y el Ciclón igualó en la tabla de posiciones a su rival, escolta del Corinthians a falta de dos fechas para el cierre de la fase de grupos.

El organigrama del técnico Edgardo Bauza para afrontar este partido que, según anticipó, le «encantaba» jugar porque era «a todo o nada», se dividió en lo que se divide un encuentro, dos tiempos, uno para aguantar y el otro para ganar.

Con una paciencia de monje tibetano el conjunto ‘azulgrana’ jugó toda la primera etapa lejos del arco de Sebastián Torrico y más cerca del ocupado por el veterano Rogerio Ceni, pero sin acelerar a fondo para economizar recursos y energías pensando en la segunda mitad.

Así se consumieron entonces los primeros 45 minutos, en los que atacó el local esencialmente por los costados, controló la pelota sobre todo cuando pasó por los pies de Leandro Romagnoli, y buscó por arriba la cabeza de Mauro Matos «por si acaso».

En el segundo período se desarrolló la otra parte del plan, la ejecución y resolución planeada por el «Patón», un verdadero «especialista» en esta clase de definiciones.

Para ello, entonces, se pasó del control al verticalismo y de allí a la búsqueda de la victoria impostergable con presión en tres cuartos y solidez defensiva cuando algún pelotazo rival superaba líneas, ya que por abajo siempre quedó claro que San Pablo no podía ir más allá del borde del área sanlorencista.

Y para este cambio de estilo salió entonces Romagnoli y le dejó su lugar a Martín Cauteruccio, vale decir afuera uno de los dos creativos (el otro es Sebastián Blanco) y adentro dos delanteros de punta.

Pareció que todo estaba guionado entonces para que la celebración de los 107 años de existencia de San Lorenzo, con premios y regalos para todos, desde el público hasta los jugadores y el propio cuerpo técnico.

Para la gente que colmó el Nuevo Gasómetro después de no poder presenciar la goleada anterior por 4 a 0 sobre Lanús que le valió en la fecha anterior la punta en soledad en el campeonato local.

Para los jugadores, por su inteligencia y nervios de acero para consumir los tiempos del partido, apoyados en experimentados, de atrás hacia delante, como el mencionado Torrico, el zaguero colombiano Mario Yepes, el volante Juan Mercier y el centrodelantero Matos.

Y un «regalo sorpresa» sorpresa para Cauteruccio, que no venía bien en su relación con el arco rival y esta noche anotó un golazo, con sombrero previo incluido, en una jugada que se inició en Torrico, cabeceó hacia atrás Matos y resolvió con calidad de artillero el uruguayo.

Pudo haber buscado un gol más el «Ciclón» como para equiparar la diferencia con los paulistas (tienen +2 contra 0 de San Lorenzo), ya que en puntos quedaron iguales (ambos con 6).

Pero entre arriesgar una victoria que, de no concretarse, lo dejaba directamente fuera de competencia, y asegurar tres puntos que lo mantienen en la pelea, Bauza y sus muchachos eligieron esto último, y a la luz de lo acontecido, razón tuvieron.

Se complicó San Pablo, que no tuvo en el ingresado ex Racing Ricardo Centurión la llave que abriera la defensa sanlorencista, quedó pendiente de un hilo la continuidad de su técnico, Muricy Ramalho (suena Emerson Leao para reemplazarlo), y ahora se le viene Danubio, en Uruguay, mientras que su clásico rival paulista, Corinthians, cómodo líder del grupo 2, será anfitrión del vigente campeón de América.

Un párrafo aparte mereció el árbitro Enrique Ossés, recordado por otros «Matadores», los de Tigre, por aquel partido final de la Sudamericana 2013 que perdieron 2-0 justamente con San Pablo en el Morumbí y el encuentro, con incidentes y agresiones de por medio, se suspendió al cabo del primer tiempo porque los «azulgranas» de Victoria no salieron a jugar los 45 minutos finales. Hoy el chileno no tuvo inconvenientes.

Fuente: Télam

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