Los envases de 13 kilos de gas brasileño se consiguen en Bernardo de Irigoyen y Puerto Iguazú a un valor que oscila entre los 50 y los 70 pesos, mientras que las garrafas de 10 kilos de procedencia argentina se venden a unos 100 pesos. El director de Gas de la Provincia, José Tomaselli, afirmó que se reforzarán los controles para evitar el ingreso de envases que no cuentan con los controles de calidad argentinos.
Los vaivenes económicos dieron vuelta una vez más la dirección de los negocios de frontera. Tal como ocurrió con el tabaco, que hace poco tiempo pasaba de contrabando desde Misiones hacia Brasil y hoy ingresa desde el vecino país, el comercio ilegal de gas envasado también cambió y hoy ya no son los brasileños quienes se llevan garrafas de Misiones sino los comerciantes de ciudades de frontera como Puerto Iguazú, Bernardo de Irigoyen y San Antonio quienes cruzan el Uruguay en busca del combustible que se vende en ciudades vecinas.
Las razones pasan por los precios relativos y la variación del tipo de cambio, sumada a la finalización del programa Garrafa Para Todos, que permitía que las garrafas de 10 kilos se vendieran a 16 pesos, mientras que para comprar una carga de 13 kilos en Brasil había que desembolsar unos 80 pesos. Con el inicio del programa Hogar, las garrafas en Argentina se dispararon hasta los 97 pesos, mientras que en Brasil la caída del real abarató los costos para los compradores argentinos.
Atento al crecimiento del comercio ilegal de garrafas brasileñas en territorio argentino, el director de Gas de la Provincia destacó que “los controles en la frontera seca se han intensificado implementando el programa ‘Garrafa Segura’, en el cual se rescata el envase brasileño y se lo cambia por una garrafa argentina, ya cargada del producto y además recordó que el producto sigue subsidiado, sólo que ahora se apunta directamente a los sectores más necesitados y vulnerables”.
