“Más allá del fallo de la Corte, en Malvinas se cometieron delitos de lesa humanidad contra soldados”

Sabido es que el intendente de Eldorado Norberto Hermes Aguirre es veterano de guerra de Malvinas.

En muchas oportunidades habló de lo que vivió en las Islas Malvinas entre abril y junio de 1982 cuando como suboficial del ejército de un regimiento asentado en Córdoba le tocó participar en forma activa de la guerra de Malvinas.

30 años después, en 2012  regresó a Malvinas.  Este periodista vivió junto con  él lo que fue ese regreso. Pasaron tres años. Aguirre, hasta ahora nunca quiso hablar de lo que fue volver a pisar los campos de batalla, el cementerio de Darwin donde descansan los restos de los soldados argentinos, el cementerio donde están los restos de soldados británicos, caminar por las calles de las islas e inclusive abrazar a un ex combatiente británico.

En todas las charlas que brindó tampoco había hablado de su opinión sobre el accionar de algunos oficiales y suboficiales.

Tres años después el Jefe Comunal eldoradense, habló. Emocionado contó lo que sintió durante esos ocho días en que duró su visita a las Islas Malvinas.

 

¿Cuál es la deuda que usted cree que hoy tiene la sociedad con los veteranos de guerra?

Una de las deudas que aún se tiene es la contención del veterano de guerra. Nosotros, los ex combatientes creemos que desde el Estado Nacional y desde el Estado provincial se debería trabajar en conjunto en un lugar para contención psicológica  emocional no solo del propio veterano de guerra sino también de  su familia.

Es lamentable que a 33 años de la guerra de Malvinas la cifra de veteranos suicidados supere los 500. Esto es muy triste. La secuela que dejó, principalmente a la familia del veterano de guerra y a sus hijos se sigue profundizando. Asimismo la misma situación la están pasando muchos ex combatientes. Es por ello que se debe trabajar con profesionales. Es decir que en distintas zonas del país debería haber  lugares de contención para que se pueda asistir al veterano de guerra y de ser necesario a su familia también.

Hay familias que no saben qué hacer con algunos camaradas de guerra. Me he enterado, no hace mucho tiempo de casos muy tristes donde el ex veterano de guerra es marginado hasta por su propia familia. Lo tienen ´escondido´ en una pieza.

Sobre esto se debe trabajar, más allá de las reivindicaciones que hubo principalmente de parte del gobierno de Néstor y luego de Cristina.

Insisto las pensiones nacionales y provinciales son importantes pero los políticos no le hemos encontrado la vuelta para solucionar el tema psicológico y social.

 

¿Cree que algunos militares deberían ser juzgados por delito de lesa humanidad debido a sus actuaciones en Malvinas, principalmente aquellos que estaquearon soldados, entre otras aberraciones que hicieron?

Si. Hay denuncias realizadas y como soy un hombre que cree en la justicia estoy convencido que la justicia actuará. Recuerdo que este tema lo hablamos con usted (dirigiéndose a este periodista) cuando estuvimos en las Islas Malvinas en 2012. Lamentablemente en una guerra aflora todo lo malo de una persona. Tener la muerte en la espalda hace actuar al ser humano de muchas maneras; inclusive de la peor.

También aflora la parte buena porque se dé jefes militares que estuvieron en Malvinas que fueron solidarios con los soldados y como debe ser encabezaron las filas.

Cada uno de nosotros tenemos caracteres distintos, lo que nos hace accionar de diferentes formas.

Muchos no estábamos preparados para enfrentar una guerra. En mi caso personal yo tenía 20 años, era suboficial del ejército en Córdoba y estuve al mando de una brigada de combate. Fue muy difícil para mí sortear esa situación.

Hace unos días me encontré con tres ex soldados que estaban a mi cargo. Les pedí que me digan cómo me comporté en ese momento y me contaron cosas que yo no recordaba y que me hicieron mucho bien. Estos tres veteranos fueron heridos, dos de ellos muy graves y por suerte se recuperaron. Nos estrechamos en un abrazo, nos emocionamos y fue muy lindo el reconocimiento que me dieron.

Es sabido que hubo oficiales y suboficiales que no actuaron como debían. La justicia del hombre y la divina darán su veredicto. A mi me gustaría ver en el banquillo de los acusados a aquellos militares que no actuaron como debían.

En un fallo reciente,  la Corte Suprema de Justicia de la Nación rechazó la posibilidad de que los vejámenes y estaqueamientos sufridos por soldados en Malvinas sean considerados delitos de lesa humanidad. En cierta forma la Corte cerró la posibilidad de enjuiciamiento a quienes cometieras esos delitos. ¿Cuál es su opinión?.

Yo no entiendo en que se basó la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Me sorprendió el fallo.  Los que cometieron esas atrocidades deben ser juzgados, más allá del paso del tiempo. Insisto, cometieron delitos de lesa humanidad y no debieran ser prescriptos. Yo creo que se debe pedir la intervención de juzgados internacionales. El accionar de esos militares no puede quedar impune.

Hace tres años pudo volver a Malvinas.  Nunca habló públicamente de su sentimiento al pisar después de 30 años el suelo de Malvinas. Recuerdo, su emoción cuando juntos bajamos en el aeropuerto militar de las Islas. ¿Qué recuerda de ese momento y de la semana que pasó en Malvinas?

Es cierto. Nunca hablé de ese regreso. Lo hablamos los dos (dirigiéndose a este periodista que compartió ese viaje a Malvinas en 2012) en una charla de sobremesa en un restaurante en Malvinas más de cuatro horas e hicimos un pacto de que no contarías nada hasta que yo no hable. Lo  cumpliste. Pasaron tres años y creo que llegó el momento de contar algunas cosas.

Recuerdo que la emoción me embargó. No pude contener las lágrimas cuando pisé nuevamente suelo malvinense. Y durante los ocho días que caminé todos los campos de batallas, el cementerio de Darwin y hasta inclusive el cementerio donde están enterrados ex combatientes ingleses las lágrimas se apoderaron de mí. Fueron ocho días de muchos recuerdos. De emociones encontradas. Encontrarme con partes de fuselajes, balas, mochilas, con zapatillas, torpedos fue muy fuerte para mí.

Estar en el cementerio de Darwin donde descansan los restos de ex camaradas fue un dolor indescriptible.

 

AGUIRRE 2

 

¿Qué le quedó de ese regreso?

Mucho. Hay un antes y un después de marzo de 2012 cuando, a 30 años de la gesta regresé a Malvinas.

Hasta ese momento hay cosas que no tenía claras y al estar nuevamente en ese suelo argentino se me aclararon. Haber estado en Malvinas hace tres años cierra una etapa de mi vida triste, muy importante pero con mucho orgullo.

Fue muy importante haber podido regresar. Gracias a Dios pude hacer ese viaje al conmemorarse 30 años de la gesta malvinense. Estar en suelo de Malvinas fue también me permitió homenajear a los soldados que quedaron allá.

 

¿Qué sintió cuando en 2012 en Malvinas abrazó a un veterano de guerra británico?

Algo muy fuerte imposible de explicar. Más allá de las diferencias que tenemos, vi como nos respetan. El veterano de guerra británico, respeta mucho al veterano de guerra argentino. Yo no sabía eso. ¿Eso qué significa?.Más allá de todo lo que se habló y que los militares de esa época nos escondieron cuando volvimos, el respeto de los británicos y el abrazo que pude darle a ellos después de 30 años muestra que los veteranos de guerra argentino volvimos con el deber cumplido. Hicimos lo que pudimos. Dimos todo de nosotros con valentía y honor.

Los veteranos de guerra británicos también tuvieron problemas y los siguen teniendo. Tienen ex combatientes que se suicidaron y otros que psicológicamente no están bien.

Nosotros le ocasionamos más bajas en combate que ellos a nosotros. Si bien el hundimiento cobarde del Crucero General Belgrano produjo la muerte de muchos oficiales, suboficiales y marinos, en el campo de batalla nosotros le produjimos más bajas que ellos a nosotros. Eso los británicos lo reconocen.

 

¿Qué se siente cuando uno está en batalla y debe decidir en escasos segundos disparar un mortero u otra arma contra otro ser humano?

Es una pregunta muy difícil de responder. Es duro. No tiene explicación. Si bien cuando uno está en una guerra defiende una bandera, una Nación, en cierta forma se vuelve egoísta porque piensa en uno mismo y en el deseo de que se acabe todo y poder volver con vida a su lugar de origen. Es decir a su casa, con su familia. Es una pelea por sobrevivir.

 

Usted visitó el cementerio de Darwin. Creo a mí entender que fue el momento más difícil que vivimos juntos. Ver tumbas sin nombre. Sólo en la cruz decía aquí descansan los restos de un soldado argentino héroe de Malvinas no identificado. Primero el extinto presidente Néstor Kirchner y luego la presidenta Cristina reclamaron ante los británicos que se desentierren los cuerpo y se pueda identificar a los soldados que descansan en dicho cementerio. Seguramente que usted acompaña este reclamo del gobierno argentino….

Por supuesto que sí. Este reclamo debe profundizarse. Debe tener el acompañamiento de todos los países. Esto es muy importante para los familiares. No puede ser que familiares no tengan el derecho de poner una foto o llevar unas flores a su ser querido que dejó su vida en Malvinas. Ojalá que se concrete el poder saber quien está debajo de la cruz blanca en el cementerio de Darwin.

El viaje a las Islas Malvinas en 2012 se debió a una maratón de la amistad de la que participaron, entre otros ex combatientes argentinos y británicos.  La misma fue ganada por ex combatientes argentinos. Obvio que no es lo mismo que la guerra de 1982, pero ¿qué sintió cuando en el mástil de la plaza principal, ubicada frente al edificio de la gobernación vio flamear en lo más alto, después de 30 años nuevamente la bandera Argentina y, que un gobernador británico les entregue la copa a ex combatientes argentinos?.

Recuerdo que fue algo muy fuerte. Es cierto que no es lo mismo. Yo vi arrear la bandera Argentina cuando nos rendimos en 1982. Recuerdo las lágrimas de todos nosotros. 30 años después, si bien no es lo mismo, ver flamear nuestra enseña patria en lo más alto del mástil de donde en 1982, la bandera nacional fue arrancada y quemada fue una emoción muy grande. En esos minutos me pasaron 1.000 cosas por la cabeza. Recordé a los camaradas que dieron su vida por Malvinas, pensé en mi familia, mis padres, mi hermano, mis hijos. Fue muy grande la emoción.

Esa maratón fueron 42 kilómetros de posta por cuatro. Fue ganada por cuatro veteranos de guerra argentinos que se prepararon con todo para poder cumplir con ese objetivo. Dos de ellos eran compañeros míos.

Sacaron fuerzas de donde no las tenían. Recuerdo que en el avión de ida me habían comentado que deseaban ganar la maratón, levantar la bandera Argentina y así homenajear todos los veteranos de guerra en general y en particular a aquellos que dejaron sus vidas en el suelo de Malvinas.

Quiero recordar que de esa maratón participaron atletas que corren distintas maratones que se realizan en diferentes partes del mundo. Ellos, en ese momento con 49 y 50 años de edad le ganaron a maratonistas profesionales británicos de entre 20 y 25 años que viajaron bancados por el gobierno de ese país para ganar la maratón. Recuerdo la cara de algunos de los maratonistas británicos que no lo podían creer. Deseo destacar el respeto de los ciudadanos malvinense, de los veteranos de guerra británicos, de los funcionarios y del entonces propio Gobernador de la islas Malvinas que aplaudieron y, mientras nosotros cantábamos el himno a capela ellos de pie al terminar el izamiento y la entonación de la canción patria aplaudieron.

También fue muy emocionante ver al día siguiente en la portada del único semanario británico a los cuatro veteranos de guerra levantando la copa y el mástil con la bandera Argentina en lo más alto. Al igual que en el noticiero

Ese día quedó demostrado que los veteranos argentinos corrieron con el corazón y con mucho orgullo. Cuando uno se desempeña de esta manera queda demostrado que no hay metas inalcanzables para el ser humano. Fue el homenaje más lindo y emocionante que les hicieron estos veteranos de guerra a sus camaradas.

 

Usted, tuvo la oportunidad de dialogar  unos minutos, previo a su viaje a Malvinas en 2012 con la presidenta Cristina. También a posteriori viajó con la Mandataria a Estado Unidos cuando el gobierno argentino hizo un fuerte reclamo en la O.N.U Nuca habló de ambos hechos. ¿Qué fue lo que dialogó en ambas oportunidades con la presidenta Cristina?

Primero debo decir que fue un orgullo para mí hablar en dos oportunidades con la presidenta Cristina, a quien respeto y admiro.  La primera vez fue en Casa Rosada junto al gobernador Maurice Fabián Closs quien le había comentado sobre mis antecedentes. Fue muy emocionante cuando Cristina dijo que estabas orgullosa de todos los veteranos de guerra y que el reclamo por la soberanía de Malvinas sería permanente.

Tiempo después, recibí la invitación para viajar junto a la presidenta a la O.N.U La emoción fue superior, porque en ese vuelo pudimos hablar de mi regreso a Malvinas después de 30 años y emocionada la presidenta Cristina me dio su reconocimiento no solamente a mí sino a todos los veteranos de guerra.

 

AFP- EP

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