La ciudad de Posadas rindió honores a su santo patrono, San José Obrero, primero con un festival artístico y luego con una procesión seguida de misa en el anfiteatro Manuel Antonio Ramírez.
Alrededor de las 21 del miércoles, la Orquesta Folclórica Municipal dio inicio a esta celebración religiosa y cultural, que cuenta ya con una arraigada tradición en Posadas.
Cientos de fieles de todas las edades llegaron a la plaza 9 de Julio para disfrutar de una emocionante velada. Ocupadas todas las sillas dispuestas frente a la Catedral, la gente continuaba acercándose,-en su mayoría jóvenes que tomaban lugar en los bancos de la plaza, o bien permanecían de pie, animándose algunos a bailar reconocidas piezas folclóricas.
El Ballet Raza Campera desplegó una demostración de tangos y milongas, dando paso luego al conjunto de los Hermanos Nuñez, que con sus impecables interpretaciones lograron la ovación del respetuoso público.
Luego, los bailarines de «El Fogón» escenificaron historias religiosas hechas canción con un eje central: la figura del santo que tuvo la bendición de criar al hijo de Dios: San José. Relatando las diferentes etapas y facetas de su vida y obra, ensambladas con cantos populares, esta academia que tiene sede en el colegio Nuestra Señora de Itatí también dijo presente en el homenaje.
El cierre de la noche, esperando a que llegase la hora cero se vivió entre sapucays y tres hileras, Los Menchos del Chamamé subieron al escenario y con permiso del santo patrono invitaron a bailar a los presentes.
Así llegó el día de la celebración. El padre Fernández, párroco de la Catedral de Posadas, dio la bendición y cerró la vigilia.
A las 18.30, cientos de posadeños, llegados desde distintos puntos de la ciudad participaron de la procesión, que partió de la Catedral y llegó hasta el anfiteatro Manuel Antonio Ramírez, donde el obispo Juan Rubén Martínez presidió la misa central.
