El ministro de Agricultura de ese país, Yair Shamir, brindó un duro discurso durante el acto en homenaje a las víctimas del atentado a la Embajada de Israel. «Los asesinos fueron financiados por Irán», sostuvo. La embajadora Dorit Shavit llamó a unirse para rechazar el terrorismo: «Nos mata un poco a todos»
Conocida la misteriosa muerte de Alberto Nisman, el gobierno de Israel resolvió este año enviar a uno de sus ministros a representar al Ejecutivo en el acto con el que comunidad judía recuerda, cada marzo, el atentado contra la embajada, en 1992. Yair Shamir, encargado de la cartera de Agricultura, mencionó precisamente al fallecido fiscal en el duro discurso que pronunció durante la ceremonia.
El ministro Shamir recordó a las 29 víctimas fatales del ataque a la embajada y observó que «dos años después los asesinos volvieron a golpear» en la AMIA, causando otros 85 muertos.
«Los viles terroristas perpetradores del atentado han sido apoyados y financiados por Irán. No les importó que enfrente hubiera una iglesia, que enfrente hubiera un hogar de ancianos y un jardín. Lo que sí les importó fue matar a la mayor cantidad de judíos posible», dijo.
Tras mencionar ambos ataques, señaló que «lamentablemente» este año ocurrió otra «tragedia». Así definió la muerte de Nisman. Y acotó: «Pagó con su vida el intento de llegar a la verdad».
«Argentina e Israel, ambos países son víctimas del terror, movilizado por el odio», dijo. «Los crímenes deben ser investigados sin descanso para llevar a los responsables a los tribunales y que se haga justicia».
Shamir dijo que la investigación que Nisman hizo sobre la causa AMIA «demostró que detrás del atentado» estaba Irán y Hezbollah.
Entonces apuntó contra Teherán: «Irán continúa terror y destrucción en todo el mundo, pero el mundo sigue como si nada pasara». A su entender, «el mundo asume una actitud que o es hipócrita o hace caso omiso del peligro» del programa nuclear que desarrolla la República Islámica. Por eso hizo un llamado a la comunidad internacional «a unirse en una lucha común contra el terror». Y advirtió: «Si permanecemos de brazos cruzados, será el fin del mundo civilizado».
«Es cierto, mataron a los nuestros, nos hirieron, dejaron cicatrices, pero somos fuertes. Nadie nos quebrará, ni el terror ni los asesinos», indicó, y dijo que en «cada generación» hay quienes se alzan para «aniquilar» a los israelíes.
El ministro cerró su discurso con la afirmación de que ni el Estado de Israel ni su pueblo olvidarán los ataques perpetrados en la Argentina. «Nuestro mandato es continuar sin descanso hasta que los culpables paguen por sus crímenes», culminó en medio de un sonoro aplauso de los presentes.
A su turno, la embajadora israelí en la Argentina, Dorit Shavit, comenzó recordando una carta abierta que se leyó al cumplirse el aniversario número 20, y afirmó que ya pasaron «23 años durante los cuales los niños han extrañado a sus padres, niños que ya son padres».
«Israel y la Argentina comparten el dolor de una herida abierta», se lamentó, y cuestionó que «a pesar del tiempo transcurrido nadie fue a juicio». «Algunos de ellos son buscados por Interpol desde hace años», recordó, a la vez que reafirmó que la intención es que «el Estado de Israel someta a juicio a los perpetradores».
Respecto de la muerte del fiscal Nisman, la diplomática remarcó que «murió sin terminar la investigación», y guarda la esperanza de que «la investigación del atentado a la AMIA lleve luz al atentado a la embajada». «El terrorismo nos mata un poco a todos», agregó.
Al finalizar el discurso, en contacto con la prensa, coincidió con el funcionario israelí en que «el fiscal pagó con su vida».
«Debemos unirnos a decir no a las organizaciones terroriostas como Hezbollah. No al estado terrorista de Irán. No a los fenómenos de xenofobia. No a la propagación del violento radicalismo islámico. El recuerdo de las víctimas quedará grabado en nuestros corazones», cerró.
