La fantasía del oro enterrado en época de la Guerra de la Triple Alianza sobrevuela toda la geografía del Paraguay. Las leyendas sobre el “plata yvyguy” han pasado de generación en generación. No hay que preguntar demasiado para encontrarse con historias de gente que asegura haber oído cómo intrépidos buscadores se volvieron ricos de la noche a la mañana.
Y este mito, como no podía ser de otra manera, envuelve el decomiso de las planchas del metal dorado que tuvo lugar en la cabecera argentina del puente internacional San Roque González de Santa Cruz, que une Posadas y Encarnación. En total, los aduaneros secuestraron 26 kilos, distribuidos en tres lingotes, uno de gran tamaño y dos pequeños. Todo el material secuestrado fue valuado en 20 millones de pesos.
De acuerdo con averiguaciones hechas por la prensa paraguaya, quien encontró enterrado el lingote mayor, de 24 kilos y que lleva la inscripción “Banco Central del Paraguay- 1824” y “Reserva del Estado”, sería el papá de Carlos y Ever Espínola Verdún, los dos hombres detenidos cuando encontraron el metal en la camioneta Ford EcoSport en la que viajaban hacia Córdoba.
José Gill Espínola reside en la colonia Santa Teresa, distrito de Abaí, departamento de Caazapá, a 206 kilómetros de Encarnación. Este hombre le habría contado a sus vecinos que desenterró la plancha de oro en la compañía Hugua Pucú, distrito de San Juan Nepomuceno, población de donde es oriunda su familia.
Pero otra versión indica que le compró el lingote a un conocido en la zona de Tavai, adonde lo habrían visto con asiduidad en los últimos meses.
También se dice que José utilizó una amoladora para romper en distintas piezas la plancha, pero que apenas pudo cortarle un pequeño cuadrado, por eso el lingote tenía un pequeño faltante en un extremo.
Gill Espínola fue la persona más requerida en Paraguay este martes, pero nadie lo encontró. Teme que en cualquier momento las autoridades vayan a pedirle explicaciones.
Carlos y Ever Espínola viajaron desde Argentina exclusivamente para traer la plancha de oro. Entraron al Paraguay desde Posadas el jueves 12 de marzo. El domingo siguiente, cuando intentaban salir, los pescaron.
De acuerdo con el diario Última Hora, el cónsul paraguayo en Posadas, Heriberto Gamarra, se reunió con los funcionarios argentinos y estos manifestaron que los detenidos se contradicen en sus declaraciones: uno de ellos dijo que el oro era una herencia de familia y le fue entregado por una abuela para comercializarlo, el otro declaró que la compraron de un indígena por 250 millones de guaraníes, pero que no sabía de qué comunidad era el que les vendió el oro.
Gamarra añadió que desde el día del operativo un abogado del Consulado asiste a los detenidos y el trato será a través de dicha oficina diplomática.
