«La Generación Dispersa, Víctima del Terrorismo de Estado también en Paraguay” se trata de un ensayo testimonial autobiográfico, con tono muy literario, de la periodista Teresa Godoy donde cuenta cómo fue su experiencia con un grupo de militantes peronistas argentinos y paraguayos en los años ´70. La presentación será esta tarde en la Casa de la Cultura de Montecarlo, desde las 19 horas.
La autora es montecarlense por adopción, de nacionalidad argentina, nació en Yuty, Paraguay, el 26 de enero de 1954.Se crió en Montecarlo Misiones, trabajó en Buenos Aires y fue exiliada en 1976, desde ese año se radicó en Asunción, Paraguay. Es Licenciada en Ciencias de la Comunicación, con un Postgrado en Didáctica Superior Universitaria.
El libro es un ensayo testimonial autobiográfico, con tono muy literario, de la periodista Teresa Godoy. La idea de Godoy es contar la experiencia que vivió con un grupo de militantes peronistas, argentinos y paraguayos, en los años 70 en la Argentina. Fue hasta que la represión los dispersó, los separó, afectó sus vidas para siempre mediante el secuestro, el asesinato, la desaparición y el exilio.
Algunos sobrevivieron, como la autora, que en esta obra rinde tributo a los ideales, a los compañeros muertos y a la amistad, convencida de que hay que seguir honrando la vida.
Este libro se suma a una historia nunca acabada de contar, con el aporte de lo que ocurre en este tiempo, con el esfuerzo de aclarar en qué se centra nuestra realidad.
“Algunos de mis compañeros fueron secuestrados, torturados, asesinados, exiliados y desaparecidos. Yo me convertí en exiliada en mi país de origen, el Paraguay, y hay sobreviví también en medio del miedo y el terror de ser identificada en mi condición de exmilitante peronista por los represores de la dictadura estronista” dijo la autora.
“Mi memoria fue mi archivo. El lector de La generación dispersa se sorprenderá conmigo de que el terror existía no solo en la capital porteña, sino también en todos los lugares en que fui viviendo, incluido el interior y Asunción. Ahora, tras mi reencuentro con algunos excompañeros de militancia, tras 36 años de separación, me sorprendió también que muchos de nosotros vivimos experiencias de sufrimientos similares” comento Teresa.
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