Chen Xiaotian era tan solo un pequeño niño de tan solo 5 años cuando los doctores encontraron un tumor maligno en su cerebro, que como consecuencia lo dejó ciego.
El diagnóstico de su pronta muerte fue para su pequeña familia un golpe devastador que la sumió en la más profunda tristeza. Por si fuera poco, su madre había sido diagnosticada con una grave enfermedad de los riñones, que amenazaba acabar con su vida en un corto tiempo. Pero de repente ocurrió una impredecible decisión.
Cuando Chen tenía solo 7 años ocurrió el terrible diagnóstico: un gigantesco tumor cerebral amenazaba su vida y no existía escapatoria. Muy pronto, el brillo en los ojos de Chen se desvaneció, así como su ilusión y alegría, a pesar de que su madre no se se movía de su lado.
Durante días enteros, el niño permaneció paralizado en una cama incapaz de hablar. Cuando él se entero de que su madre también se encontraba gravemente enferma, se desplomó por completo.
Zhou su madre, sufría de una insuficiencia renal avanzada. La función de sus riñones estaba ahora destrozada y solo un transplante podía ayudarle.
Los médicos le dijeron a Zhou, que su hijo era el único donador de órganos inmediatamente disponible. Pero ésta idea, fue rechazada por ella de inmediato.
El pequeño valiente Chen escuchó sobre la negativa de su madre. Con sus últimas fuerzas le habló y le dijo: “Si quieres estar saludable mamá, entonces déjame vivir en ti”.
Una mañana de primavera del mes de Abril, el pequeño Chen se durmió para siempre. Todo fue preparado lo más rápido posible para el transplante de sus órganos. Pero antes, algo asombroso ocurrió: Todos los médicos se inclinaron con respeto ante el coraje del pequeño Chen.
Sin tardanza alguna fué realizada con éxito la operación de transplante. El cuerpo de Zhou recibió los riñones de su hijo como se esperaba, y ella se repuso de la intervención rápidamente.
Junto con su madre, Chen salvó la vida de otras 2 personas. El increíble comportamiento de éste pequeño héroe, es un ejemplo de profundo amor para su abnegada madre. Chen tiene no solo el respeto de los médicos, ahora también seguramente el del mundo entero.
