Se cumplieron 30 años del mayor batacazo de la historia del fútbol misionero

Ayer se cumplieron 30 años del mayor batacazo de la historia del fútbol misionero, cuando disputando un partido por el campeonato Nacional de 1985, Guaraní A. Franco derrotó en Villa Sarita a un Independiente de Avellaneda que venía de ser Campeón Mundial de clubes en Japón.

El partido se disputó en un Clemente Argentino Fernández de Oliveira repleto, no cabía ni un alfiler y miles de personas se quedaron afuera, siguiéndolo por radio o simplemente por los gritos que llegaban del estadio.

Antes de los 5 minutos del primer tiempo, el correntino Julio «Palito» Arce puso el 1 a 0, en el arco que da a la calle Ivanowski, es decir, el que está frente a la tribuna César Napoléon Ayrault. El Clemente se vino abajo, a partir de ahí el Rojo se vino con todo pero la Franja lo supo aguantar muy bien, con un arquero que estuvo inspiradísimo. Claudio Meaurio fue la figura del encuentro, según las crónicas.

Independiente no era solamente un poderoso más que venía de Buenos Aires, hoy parece lejano, pero a comienzos de los años 80 Independiente era el verdadero Rey de América y Rey de Copas. Su formación estaba repleta de superfiguras, en una época donde los jugadores no emigraban con tanta facilidad al mercado europeo. El único que estuvo ausente de ese partido fue el gran Ricardo Bochini. Por esas cosas del destino, el «Bocha» volvió muchas veces a la Tierra Colorada por distintas actividades ligadas al fútbol, estuvo en dos oportunidades en el último semestre incluso. Pero sin embargo, aquella tarde histórica no estuvo sobre el césped de Villa Sarita.

Independiente volvió a jugar por los puntos en Misiones recién hace un año, cuando enfrentó a Crucero del Norte por la B Nacional en la temporada 2013-2014, y nuevamente fue derrotado 3 a 0. Sin embargo, justo es decirlo, no hay equivalencias entre el poderoso Independiente que llegó de la mano de Pastoriza hace 30 años y el equipo de Omar de Felippe, que penaba por lograr la tercer plaza para volver a la A, hace un año, aproximadamente.

Para hacer un paralelismo, el Independiente de José Omar Pastoriza que llegó a Posadas en el final de febrero de 1985 equivalía al mejor Boca de Bianchi, por caso, el que le ganó al Real Madrid la final de la Copa del Mundo de clubes en 2000.

El regreso, casi 30 años después

La resonante victoria de Guaraní, sin embargo, fue el preludio del final. El comienzo de la despedida del fútbol grande y la entrada en una etapa de ostracismo deportivo.

Después de esa temporada del Nacional 1985, la AFA reformó los campeonatos y eliminó los Nacionales y creó el Nacional B. Guaraní fue invitado al año siguiente a disputar una Liguilla para definir quien disputaba la Libertadores, pero no participó. Así, tras varias participaciones en los Nacionales en los años 70 y 80, Guaraní A. Franco se retiraba del fútbol grande de la Argentina. Sobrevenía una profunda crisis económica e institucional, similar a la que aquejó a muchos clubes históricos del país.

Guaraní quedó sumido en la oscuridad por muchos años. En rigor, se podría decir que recién en agosto del año pasado, con su reingreso en el Nacional B, la Franja volvió a los primeros planos del fútbol nacional. Justo 30 años después del mayor batacazo de la historia del fútbol misionero.

Guaraní 1- Independiente 0 (24-2-1985)

Guaraní: Meaurio; Briñócoli, Moulia, Tesare y Domínguez; Nacimiento, Labaroni y Ferreyra; Arce, Ortiz y Villarreal. DT: Francisco “Pancho” Sa.

Independiente: Goyen; Clausen, Villaverde, Trossero y Enrique; Giusti, Marangoni y Reinoso; Merlini, Percudani y Barberón. DT. José Omar Pastoriza.

MB

Revista El Grafico
La espectacular foto del Grafico, Palito Arce acaba de convertir y la tribuna, atrás suyo, explota. Clausen -que sería Campeón del Mundo al año siguiente en México- mira resignado. El 10 no es el «Bocha», que no estuvo en aquella tarde inolvidable.

 

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