Teatro consciente: Hoy en el Cidade se estrena «La obra de tu vida»

La obra nació en los talleres de Feng Shui que coordina Sandra De Marchi. Se pudo ver un adelanto en diciembre y ahora las nueve valientes «actrices buscadoras» se preparan para su estreno. La cita es hoy sábado a las 21, en el centro cultural Vicente Cidade.

Esta propuesta surgió de los talleres de Feng Shui que dicta Sandra De Marchi. Con la ayuda de la actriz y directora Silvina Warenyciay de la actriz Vanessa Daram, dieron forma a una puesta que ya se ganó aplausos. Las mujeres que actúan son Rita Figueredo, Ana Andersen, Analía Arndt, Griselda Ozuna, Claudia Pérez, Natalia Velázquez y la propia Sandra. Juntas llevan adelante además el nuevo grupo “Teatro Consciente”.

 

Un elenco más que consciente que se repregunta ¿Quién soy? ¿Qué quiero? ¿Hacia dónde voy?. De tanto buscar no se habían dado cuenta de que la respuesta no estaba en otro lugar que en ellas mismas.

Silvina Warenycia, actriz, directora y participante del taller comentó: “Creo que cuando uno atraviesa este pasaje que atravesamos varias de expansión de conciencia o como se llame, uno lo quiere transmitir porque te hace un click, te hace tan bien que querés mostrarle a todos. Cada uno tiene su propia experiencia de vida pero qué mejor que el teatro como vehículo para mostrar eso”.

“Todas llegamos al taller de Sandra haciendo Feng Shui, queriendo ver que combine la mesa con el almohadón y terminamos en el teatro tomando vino, llorando, regalando cosas. No sabemos dónde vamos a llegar. Hoy es un teatro, mañana no sabemos”, celebró Analía Arndt.

Por su parte, Natalia Velázquez confesó: “Hablar de mi hijo, de mi ex, de mis padres, estando mi hijo presente y que vea que no mato a su padre en escena (risas) fue lindo y a la vez fue una tarea de amor y conciencia. Desde el humor mostrar que no todo tiene que terminar siempre mal”. Y agregó: “Siempre pintan que las ex historias terminan con un final trágico y no es así. Se trata de roles y dentro de esos roles uno tiene que aprender a disfrutarlo, a vivirlo pero teniendo en claro quién es uno”.

Ana Andersen consideró que “lo principal es querer hacer el cambio. Porque muchas veces uno se da cuenta de que debe hacerlo pero enfrentarse a esa realidad es complicado. Cuando uno acepta que tiene que cambiar es ahí cuando empieza”.

Fragmentos de una historia que representa a todas las historias:

“Quería tener una vida glamorosa, como las cantantes”, dice Claudia (Pérez) mientras barre el piso de su casa imaginaria. No está contenta con la vida que le tocó, de eso no hay dudas.

Shakira, la Mujer Maravilla y la cantante Rafaela le recuerdan las facetas y el talento que ella no tiene. Parece decepcionada por un momento pero reflexiona: “Quiero decir mi verdad con mi propia voz. No necesito mil talentos para vivir cada día mi propia vida. No necesito vinchas ni látigos mágicos para saber que soy maravillosa. Y gracias por las velas, ya encontré mi propia luz”.

Ana (Andersen) tenía la necesidad de comprar hasta lo que no necesitaba y de gastar lo que no tenía. Rozaba el límite de ser una loca por las compras. La razón de tal comportamiento sólo significaba una cosa: ausencia. En algún punto suponía, inconscientemente, que lo material llenaría el vacío que había provocado crecer sin su madre, que falleció cuando ella apenas tenía unos meses de vida.

Rita comparte otra historia: la del miedo a decidirse a  hacer lo que le gusta. El deseo más anhelado de su corazón es escribir, vivir de las historias que nacen de su imaginación.

Contacto: FB Sandra de Marchi / Silvina Warenycia

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