Profesionales debaten sobre políticas necesarias para atraer inversiones celulósicas-papeleras en la región NEA

Desde el Consejo de los Profesionales del Agro, Agro alimentos y Agroindustria (CPIA), elaboraron un primer documento de consenso sectorial sobre políticas de desarrollo para la actividad foresto-industrial y las oportunidades para avanzar en un proyecto celulósico-papelero en el país – resultado de un taller realizado en diciembre en Buenos Aires-, que abrió el debate en la Región NEA con diversas visiones de profesionales, funcionarios y consultores, ya que expone la necesidad de la participación activa del Estado para concretar inversiones forestales a futuro.

 

“El consenso alcanzado entre los participantes del taller del CPIA, en mi opinión, es importante y es un punto de partida relevante para el debate que debemos darnos en el sector, y también como ciudadanos, donde el comercio internacional continúa demandando divisas cuando tenemos condiciones para generarlos”, señaló en la entrevista con Argentinaforestal.com el ingeniero forestal Miguel Ángel López, ex decano de la Facultad de Ciencias Forestales de Eldorado y actual secretario de extensión de la Universidad Nacional de Misiones.

 

El consultor forestal Gustavo Cetrángolo propuso concretamente pensar en un modelo de desarrollo forestal argentino, atendiendo las realidades locales con una visión global, y analizar la factibilidad de un proyecto de inversión celulósico-papelero mixto, público -privado. “Debería ser para la producción de packaging o papel de embalajes basado en fibra de pino (similar al proyecto industrial de la Planta Papel Misionero, pero tres veces en su tamaño), y adaptarlo al proyecto posible en la Región NEA, principalmente en Corrientes que tiene materia prima suficiente para darle aprovechamiento industrial”, señaló en el consultor integrante activo de la comisión foresto-industrial conformada en el CPIA.

 

Al respecto, López analizó aspectos que consideró clave para comenzar a trabajar : “en principio, lo que deberían cambiar es el escenario adecuado para la inversión forestal. Las oportunidades de inversión las genera el marco normativo imperante, la institucionalidad  y el ambiente macroeconómico, en primer lugar. En segundo lugar, el sector forestal como parte funcional de la macroeconomía y fundamentalmente localizada en economías regionales, requiere inversiones básicas como en infraestructuras físicas, por ejemplo, descontando condiciones agroecológicas positivas”, explicó el profesional.

 

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En este sentido, agregó que “para propiciar un ambiente de inversiones y lograr espacio de mayor competitividad se deben realizar inversiones en infraestructuras y contar con un clima macroeconómico y de institucionalidad favorable”, sostuvo López.

 

“El sector forestal en su relación y/o dependencia con el Estado en sus diferentes niveles (municipal, provincial y nacional) debería encontrarse con una mayor impronta proactiva. A modo de ejemplo, la valorización económica y ambiental que la actividad genera en el medio rural y en los pueblos del interior propicia un elevado efecto multiplicador en la cadena productiva, ingresos de trabajadores, matriz productiva, capacitación. La debida valorización económica y ambiental debería  estar traducida o reflejada en la política tributaria como motora del desarrollo local y regional, y no como una herramienta de desaliento”, recalcó.

 

Por otra parte, consideró también que “lograr una comunicación eficaz de los atributos del sector forestal propiciaría un buen ambiente para atraer inversiones de distintas envergaduras, principalmente las de menor escala y tal vez de origen nacional”, dijo López.

 

 

Oportunidades para el NEA

 

Sobre el planteo de pensar en un proyecto de inversión celulósico-papelero mixto público – privado para su instalación en la Región NEA, el ingeniero López opinó que “puede ser factible, como lo es cualquier inversión legalmente constituida sometida a los organismos de contralor que correspondiere. En cuanto a la necesidad dependerá de los gobiernos y de la propia credibilidad que pueda existir en el sistema para atraer al capital privado”, indicó.

 

El sector forestal en la Argentina se encuentra distribuido en diferentes áreas geográficas y con distintos grados de desarrollo, y naturalmente, distintas competitividad sistémica. En ese contexto, “la región NEA es un espacio geo-económico que cuenta con grandes extensiones de tierras forestadas y forestables, con tradición forestal-industrial. La provincia de Corrientes, cuenta con una masa boscosa en crecimiento que debe ser industrializada, lo que otorga y le da posibilidad de generar condiciones para recibir inversiones de capital intensivo. De todos modos, no es una situación exclusiva y excluyente a la región”, concluyó.

 

Por Patricia Escobar 

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