Reflexión del pastor Decena: El camino al éxito

El éxito es un camino, es un estilo de vida, es una filosofía de pensamiento, que va marcando tu destino. Tener éxito es llegar a la presencia de Dios habiendo sido lo que debimos ser, porque solo esto dará una felicidad plena a nuestras vidas. Veamos lo que nos dice la Palabra de Dios.

 

Josué 1:8  Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.

El éxito es un camino, es un estilo de vida, es una filosofía de pensamiento, que va marcando tu destino. Es lograr hacer lo que Dios planeó para cada uno de nosotros, y si logramos cumplir con el plan diseñado por Dios, entonces tenemos éxito. No tiene nada que ver con tener dinero,  tener  fama o ser reconocido en el mundo. Tener éxito es llegar a la presencia de Dios habiendo sido lo que debimos ser. Solo esto hará feliz nuestra vida.

 

1) RECORDEMOS QUE ES MÁS IMPORTANTE SER QUE HACER.

Para Dios es más importante el cómo somos que lo que hacemos. El hacer tiene su valor, pero siempre que sea resultado de un corazón  limpio, de intenciones honestas. Dios le dió una palabra al profeta Samuel cuando ungió a David para ser rey: «No mires a su parecer, ni a lo grande de su estatura… porque Dios no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Dios mira el corazón» (1 Samuel 16:7).

¿Qué era lo fundamental a la hora de buscar al hombre idóneo para dirigir al pueblo? La respuesta no deja lugar a dudas: «no mires… mira…». Para Dios había algo que evitar y algo que buscar: evitar lo externo, lo aparente, buscar lo que hay dentro, el corazón, el ser, porque desde siempre «Dios escudriña la mente y el corazón» (Jeremías 11:20).

 

2) NECESITAS APRENDER CADA DÍA

Cada día es una oportunidad de crecimiento de tu ser para convertirte en un mejor individuo. Es el cambio diario  el que hará la diferencia.

1° Reyes 12:6  Entonces el rey Roboam pidió consejo de los ancianos que habían estado delante de Salomón su padre cuando vivía, y dijo: ¿Cómo aconsejáis vosotros que responda a este pueblo?

1° Reyes 12:7  Y ellos le hablaron diciendo: Si tú fueres hoy siervo de este pueblo y lo sirvieres, y respondiéndoles buenas palabras les hablares, ellos te servirán para siempre.

Salomón tendría 100.000 millones de dólares, su hijo Roboan perdió en pocos días casi toda la fortuna. Salomón era muy sabio. Y esa era la diferencia. El desechó escuchar a los sabios. Debemos crecer y aprender de los demás y apuntarle a los errores para solucionarlos.  Leer, escuchar, preguntar… la gente más exitosa del mundo, lee, estudia, y trata de aprender. Aprender y meditar como se ha tenido éxito en otros lugares, cómo lo hicieron, leyendo de gente que tuvo éxito en la tarea que Dios te pide. Hay que educar la mente, asistir a lugares que nos puedan ayudar, escuchar, etc. Es fundamental para el éxito. 2° Timoteo 2:1-2 

 

3)  “DECIME A  QUÉ ESTÁS DISPUESTO A RENUNCIAR, Y TE DIRÉ QUÉ TAN LEJOS LLEGARÁS”.

El problema con mucha gente que quiere llegar al éxito, es que no están dispuestos a pagar el precio para alcanzarlo.  El  emocional se apega mucho al pasado, a los recuerdos y a la gente, y esto puede ser problemático para seguir adelante.

Muchas veces en el camino al éxito necesitamos dejar atrás anclas que no nos permiten desarrollarnos a nuestro máximo potencial. Esas anclas pueden ser amistades negativas, tentaciones, envidia, venganza, rencor, etc.

“Una mosca arruina todo el perfume del perfumista.  Y un defecto de carácter afecta toda una vida”. Eclesiastés 10:1 

Hay que dejar ofensas, rencores, enojos, etc, porque son anclas que nos tienen atados para no avanzar al máximo potencial y éxito.

“Si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre, y madre, y mujer, e hijos, y hermanos, y hermanas, y aun también su propia vida, no puede ser mi discípulo. Y el que no lleva su cruz y viene en pos de mí, no puede ser mi discípulo” (Lucas 14:26-27).

Estos versículos simplemente resaltan que debemos poner a Dios primero. La consagración del cristiano a Jesucristo debe ser tal que, en comparación, parezca como si todo lo demás es aborrecido, por lograr lo que más anhelamos. En una manera similar, “Cualquiera de vosotros que no renuncia a todo lo que posee, no puede ser mi discípulo” (Lucas 14:33). El acto de renuncia es un acto poderosísimo en el mundo espiritual.

Los mejores días de nuestras vidas están por venir! Que tengas una semana de victoria y bendición!

Pastor Guillermo Decena, Centro Familiar Cristiano Eldorado.

Prédicas en vivo los miércoles y domingos 20 horas, a través de www.centrofamiliarcristanoweb.org

 

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