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Crucero del Norte batirá esta noche un récord digno del libro Guiness: del futsal a Primera en poco más de 10 años

Crucero del Norte batirá un récord que probablemente sea digno de figurar en el libro Guiness de récords mundiales, queda pendiente hacer un cuidadoso análisis y homologación para confirmar esto.

Se convertirá -quizás- en el club que más rápido llegó a Primera partiendo desde la categoría más baja del fútbol local, en este caso, la Liga Posadeña. Hace 11 años Crucero del Norte era un equipo de fútbol de salón que decidió armar un equipo para empezar a disputar la Liga local.

Desde entonces, no paró su ascenso. En general, siempre que llegó a una categoría utilizó el primer año para aprender y consolidarse, y a partir de la segunda temporada ya aspiró a pelear arriba.

Crucero llegó a la B Nacional hace apenas tres temporadas, en la 2011-2012. Casi desciende en esa primera experiencia, pero ya en la tercera temporada peleó palmo a palmo con Independiente por el tercer ascenso que repartía la categoría. Al siguiente torneo, el de transición, subió al clasificar segundo en la zona «B» y en la tabla general de 22 equipos, solamente detrás de Unión de Santa Fe.

Una piedra en el zapato de los grandes

Si Crucero del Norte cumple con su tradición de mantenerse en la Primera División, está destinado a convertirse en una verdadera piedra en el zapato de los equipos poderosos del fútbol argentino.

El club, que fue fundado hace apenas 25 años, es una rareza dentro del fútbol argentino porque tiene un dueño: la familia Koropeski, dueña de la empresa de colectivos. Que un club tenga un fundador-dueño-presidente es muy distinto a la figura de un gerenciador privado, que suelen actuar como «concesionarios» de algo que no es de ellos y no es nada raro que, tras varias temporadas en un club, se retiren dejando un tendal de deudas.

Crucero es un club con sus finanzas saneadas en un fútbol de clubes hiper endeudados y que ahora viven del dinero del Estado, que lo aporta a tráves de los derechos que paga FPT y que la AFA distribuye entre los clubes de la Primera y B Nacional.

En tiempos en que se viene una gran debate público sobre la conveniencia o no de financiar a los clubes con dinero de un Estado que ya no nada en la abundancia de hace unos años, el Colectivero aparece como una verdadera piedra en el zapato de los grandes. Independiente, por caso, tiene una deuda de casi 500 millones de pesos y realizó compras por $100 millones en este mercado de pases.

Crucero, en la vereda opuesta, sólo trae jugadores a los que le puede pagar el sueldo. Entonces, es el club que menos incorporaciones hace, en términos de renombre. Si el club logra mantenerse en la categoría y lograr algunos resultados importantes contra equipos grandes, no faltará mucho para que alguien diga: si Crucero puede, los otros clubes también pueden.

Si bien Crucero es el club más chico, más novato y con menos figuras de los 30 que integran la Primera División, una verdadera Cenicienta. Su presidente, Julio Koropeski, ya ocupa un lugar importante en la AFA y es una de las voces que se hace sentir entre los clubes chicos. Su triple condición de fundador-dueño-presidente le dan un respaldo extra. Y su figura ya empezó a ser detectada por el «radar» de los medios de Buenos Aires. Koropeski es uno de los 50 asambleistas que eligen al presidente de la AFA o aprueban balances (representa a los clubes indirectamente afiliados) y desde ahora ocupa un cargo en el Comité Ejecutivo, donde todos los martes se cocinan los asuntos importantes del fútbol vernáculo.

Su forma de administrar puede convertirse en una prueba de que se puede ser exitoso en el fútbol sin necesidad de dejar a los clubes casi quebrados. Pero esto es fútbol, y los resultados cuentan. Para eso es fundamental que la pelotita entre…

MB

EP

 

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