El juez de Instrucción Siete, Carlos Jorge Giménez, imputó a una oficial de la Policía de Misiones como parte de la banda que blanqueaba autos de dudosa procedencia con oficios judiciales truchos.
De los testimonios que recabó hasta el momento el magistrado, surge que la uniformada, que fue citada a declaración indagatoria, tuvo en su poder un automóvil VW Gol que habría recibido por parte de la organización delictiva. Ese coche desapareció llamativamente cuando empezaron las primeras detenciones vinculadas con el caso.
La oficial es prima de dos hermanos también imputados por el caso: Cristian y Jhonatan Acuña. Fuentes cercanas al caso confiaron que ella no solo era compañera de salidas de sus parientes, sino que pudo haber aportado información para que se concretaran algunas de las maniobras presuntamente ilícitas que llevaban a cabo los sospechosos.
Los informantes indicaron que la sospechosa tenía a su nombre el seguro del VW Gol y también un oficio trucho en el que se detallaba que ella tenía el coche en “depósito judicial”.
Desde el año pasado se decía que era inminente su imputación, porque otros investigados incluso terminaron presos por tener documentación similar, lo que los hacía, cuanto menos, cómplices de la maniobra.
La mujer policía había declarado en su momento. Lo hizo bajo la figura del “testigo sospechoso”. Dijo que el coche se lo había cedido su primo y que ella se lo devolvió. Deslizó que fue su pariente quien hizo “desaparecer” el coche. Lo que se cree es que ese vehículo está en Posadas, escondido en alguna parte.
Giménez ahora llamó a indagatoria a la oficial. Tiene muchas preguntas para hacerle. Trascendió que, además, el juez pidió informe de una causa que tiene como acusado a un hermano de los Acuña que está preso en Buenos Aires.
Además de Cristian y Jhonatan Acuña están imputados en el expediente del blanqueo un tío de ambos, César Peralta; el productor de seguros Luis Marcelo Ullón; el empleado del Tribunal de Cuentas Sebastián Arce; y Rafael Mejía, sindicado como quien proveyó a los miembros de la gavilla de al menos dos oficios truchos, donde incluso estaban falsificadas las firmas de un magistrado local del fuero penal.
Ullón aseguraba coches de origen ilícito que presuntamente la organización trajo a la provincia. En el allanamiento que hicieron en sus oficinas de la calle San Luis encontraron elementos que guiaron a los investigadores a los vehículos que luego terminaron siendo decomisados. Esas pistas estaban en papeles y en archivos informáticos del seguro. El hombre, añadieron los informantes, incluso se mostró proclive a aportar información. En poder de este sospechoso, los detectives decomisaron un auto Mercedes-Benz modelo 2013, que habría cobrado como “comisión” para asegurar los rodados que le aportaba la banda.
Los hermanos Acuña son apuntados como cerebros de la banda y quienes gestionaban la llegada de los autos presuntamente robados desde Buenos Aires para venderlos en Misiones.
Seis vehículos fueron decomisados hasta el momento. Nadie los reclamó aún.
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