El único imputado misionero por el asalto a la sucursal del Banco Macro en El Soberbio fue incriminado por su propio hijo, quien declaró ante los investigadores que vio a su padre reunido con quienes horas más tarde robaron en la entidad y ejecutaron de un balazo en la espalda al cabo primero de Policía Roberto Omar Ballesteros (35).
El testigo es un adolescente de 15 años, quien le contó a su madre que su papá había compartido largas horas con los malvivientes brasileños, a los que parecía conocer desde hacía tiempo. La mujer, a su vez, relató el hecho a un conocido, quien finalmente hizo llegar la versión a los detectives que intentan ubicar a toda la conexión local de la gavilla que el pasado 2 de febrero cometió el atraco.
En las próximas horas, tanto el jovencito como su mamá serán citados para que ratifiquen sus dichos ante la Justicia.
Al remisero detenido, que tiene 37 años y al que algunos conocidos vinculan con el contrabando en la frontera argentino-brasileña, lo vieron en compañía de los asaltantes, a los que les habría facilitado albergue y hasta combustible para la camioneta en la que llegaron hasta el banco y con la que después huyeron hasta la costa del río Uruguay.
La situación del sospechoso es delicada, confiaron fuentes con acceso al expediente.
Además de él, se apunta como nexo en Misiones de la banda a un brasileño radicado en El Soberbio, que explotaba un bar sobre la avenida Rivadavia y que desapareció un día antes del robo. El hombre había purgado una pena por doble homicidio en su país. La camioneta Hyundi Veracruz que utilizaban los ladrones fue visto el sábado previo al golpe estacionado frente al bar.
Los investigadores creen que hay más gente, sobre todo ligada al contrabando hormiga con el Brasil, que sabe más de lo que cuenta. Sin embargo, sería muy reacia a hablar por temor a represalias y por el carácter turbio de su actividad cotidiana.
Además de la búsqueda de testigos, los detectives también intensificaron los rastrillajes en el paraje Sarandí, donde la banda se tiroteó con dos oficiales de la Policía de Misiones para luego cruzar en lancha el río Uruguay rumbo a Brasil. La búsqueda tiene que ver con una versión que manejan los investigadores que la banda habría dejado el botín entero o al menos parte oculto en esa zona de monte. La gavilla que robó en el Macro se alzó con dos millones de pesos. Su objetivo era alzarse con los cinco millones que estaban en la entidad. Incluso llegaron a abrir la bóveda, pero tres millones ya habían sido colocados en los cajeros automáticos.
Además del remisero, en Brasil la Policía Militar detuvo a cuatro sospechosos. Todos se encuentran alojados en la penitenciaría de Ijuí. Para los investigadores no quedan dudas que son parte de la banda (incluso tenían encima la pistola que le robaron al jefe de la comisaría de El Soberbio, al que también redujeron durante el atraco).
Del resto de los ladrones no se sabe nada desde el pasado 2 de febrero. Ese día lo vieron en el municipio de Campo Novo a bordo de una Chevrolet Captiva negra.
Las fuentes indicaron que no pierden las esperanzas de dar con ellos, porque las fuerzas de seguridad brasileñas tienen entre sus prioridades capturarlos, ya que están convencidas de que tienen en su haber distintos golpes en ese país. Por eso, del otro lado de la frontera los controles se han extremado para dar con los malvivientes.
MAS- EP
