La banda que cometió el asalto en el Banco Macro El Soberbio hace una semana llevó a cabo un plan para distraer a las fuerzas de seguridad del Brasil, que resultó efectiva para sus planes. Fuentes cercanas a la investigación confiaron que los ladrones en todo momento hicieron creer a los uniformados que el golpe lo iban a cometer en su país. Mientras tanto, abonaban el terreno para el atraco en Misiones.
El trabajo conjunto entre policías argentinos y brasileños de a poco va reconstruyendo los pasos que ensayó la gavilla, cuyo núcleo duro aún está prófugo.
Como los criminales sabían que estaban siguiéndoles los movimientos, dejaron correr el rumor de que su objetivo estaba en la ciudad brasileña de Santa Rosa. El foco de los uniformados estuvo todo el tiempo en esa población. Jamás tuvieron el dato de que el atraco se iba a cometer en El Soberbio.
Las fuentes consultadas calificaron de “muy pesada” a la organización que ejecutó el asalto que le costó la vida al cabo primero Roberto Omar Ballesteros (35), ejecutado por los criminales. Los ladrones llegaron hasta la bóveda del banco y obligaron a que los empleados abrieran. Pero la plata que buscaban no estaba allí. Los billetes ya habían sido colocados en los cajeros automáticos. Los asaltantes querian cinco millones, se terminaron llevando dos.
Se estima con que al menos cuatro contactos locales ayudaron a los ladrones brasileños en su plan. Dos están identificados, y uno de ellos detenido. Es el remisero-pasero al que capturaron la semana pasada y que en breve será indagado por la jueza Alba Kunzmann de Gauchat. Los otros aún permanecerían en la zona.
Los cuatro sospechosos atrapados en el Brasil por el atraco, por su parte, fueron llevados desde Santo Ángelo hacia la Penitenciaría de Ijuí, por razones de seguridad. Se trata de Regis da Silva Lopes, Alex de Lima Schimitz; Evandro Scholl y Arlindo da Luz. El primero fue visto con el remisero preso en El Soberbio días antes del asalto.
En las últimas horas también trascendió la identidad de otros dos presuntos integrantes de la gavilla: Osni Valdemir De Mello (53), apodado “Sapinho” o “Velho Sapo” y Ademar Fracalossi (48), alias “Batista”. Ellos habrían huido en la camioneta negra en la que vieron al resto de la banda el pasado 2 de febrero. Tienen frondoso prontuario por narcotráfico y lavado de dinero.
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