Obispo de Posadas: “La Vida como Servicio”

 

“La Vida como Servicio”

Homilía monseñor Juan Rubén Martínez, obispo de Posadas
para el 5º domingo durante el año
(8 de febrero de 2015)

 

Estamos transitando el tiempo ordinario o común. El texto de este domingo (Mc. 1, 29-39), también nos muestra al Señor ejerciendo su misión habitual con su Palabra y con sus gestos: “Por la mañana, antes que amaneciera, Jesús se levantó, salió y fue a un lugar desierto; allí estuvo orando. Simón salió a buscarlo…, le dijeron: “todos te andan buscando”. Él les respondió: “vayamos a otra parte, a predicar en las poblaciones vecinas…” (37-39).

Al iniciar el año es importante que todos los bautizados entendamos la necesidad de vivir nuestra vocación y misión. “Vocación” significa llamado de Dios. Nuestro tiempo que se caracteriza por acentuar el secularismo o sea una sociedad sin Dios, tiene dificultad para comprender la vida desde la “vocación”, el llamado o bien la misión que Dios nos encomienda a cada uno.

Es cierto que cuando hablamos de “vocación” en general entendemos casi exclusivamente que se trata del llamado al sacerdocio o a la vida consagrada, pero en realidad todos tenemos una vocación. Lamentablemente la vida contemporánea entre tantas dificultades y circunstancias, lleva muchas veces a trabajar o estudiar solo pensando en una salida laboral o bien “en lo que se pueda”, sin tener suficientemente en cuenta las capacidades personales. Es triste encontrarse con profesionales o dirigentes sociales, docentes, abogados, políticos, sindicalistas… o lo que fuere, que ejercen una  tarea o función sin tener ninguna vocación que los mueva. Cuando pasa esto ellos mismos terminan no siendo felices con lo que hacen o muchas veces lo hacen mal o solo buscan rédito económico o bien obtener alguna forma de poder o lo peor, en general, no sirven a los demás, sino que se sirven de lo que hacen solo para su propio beneficio. La vocación en general de toda persona, como imagen y semejanza de Dios, nos permite ser colaboradores de Dios y constructores en el mundo con nuestro trabajo y servicio. Con más razón la vocación específica que tenemos cada uno, cuando servimos, nos plenifica. Los cristianos entendemos que la vocación es un llamado de Dios, e implica siempre una misión. Toda tarea hecha con vocación, no solo el hacer sino el mismo ser de una persona, debe servir al bien común. Hoy más que nunca necesitamos gente con vocación y la comprensión que cada vida no es inútil, sino que está cargada de sentido y tiene razón de ser.

Entre las diversas vocaciones desde ya debemos interesarnos por las vocaciones sacerdotales, especialmente considerando la necesidad que hay de más sacerdotes en nuestras comunidades. El mismo Señor nos invitó a orar por esto, ya que los obreros son pocos y la mies o el trabajo es mucho. En este sentido debemos agradecer a Dios el camino que vamos realizando con nuestro Seminario “Santo Cura de Ars”. En estos días nuestros seminaristas iniciarán una Misión en el Porvenir II, San Expedito, y cuatro de ellos durante febrero están realizando el mes de ejercicios ignacianos en el Monasterio en San Isidro, en el tiempo inicial de la etapa teológica en su formación. El próximo sábado 28 de febrero celebraremos la Misa de iniciación del año a las 20 horas, en nuestro Seminario. Allí ingresarán ocho jóvenes al mayor y tres al preseminario, sumando 31 seminaristas en total. Este año tres de ellos estarán cursando el cuarto año de teología, completando de esta manera todas las etapas de formación, y con la esperanza de contar próximamente con nuevos sacerdotes.  Conocemos el cariño y cercanía de nuestra gente por las vocaciones y los seminaristas. Este es uno de los temas claves en orden al futuro de la evangelización. La oración y las diversas maneras de colaboración, serán indispensables para implementar estos propósitos pastorales.

Al finalizar esta reflexión dominical quiero agradecer a Dios por el curso de rectores y representantes legales organizados con el CONSUDEC, en donde la educación católica de todo el País se ha encontrado en la ciudad de Posadas. El tema del encuentro se denominó: “Tras las huellas del Papa Francisco: caminar, construir y anunciar en la escuela católica”.  Agradecemos a los que han organizado con tanta dedicación este encuentro tan significativo para la educación argentina. Desde el acontecimiento vivido, la oración, reflexión de estos días seguiremos trabajando entendiendo que la educación es un don de Dios, y una responsabilidad de servicio a la evangelización y humanización de la cultura.

 

¡Un saludo cercano y hasta el próximo domingo

Mons. Juan Rubén Martínez, Obispo de Posadas

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