El Soberbio vive sus horas más difíciles, entre la conmoción y la impotencia

El Soberbio está de duelo. La localidad vive sus horas más difíciles. Hoy los locales comerciales estuvieron abiertos, pero el movimiento no fue el habitual. El banco, tal como lo informó ayer el grupo Macro, permaneció cerrado. Se hicieron pericias en la entidad, en busca de huellas u otros indicios que ayuden a la instrucción de la causa penal. En el pueblo entero el tema ineludible es el asalto que ayer se cobró la vida de un policía, Roberto Omar Ballesteros (35), cabo primero que trabajaba en la comisaría.
Los restos del suboficial ejecutado fueron velados en una sala de la avenida San Martín. Por allí pasaron familiares, vecinos, amigos y colegas. Nadie podía creer el trágico final del efectivo, al que los asaltantes prácticamente fusilaron en la vereda de la sucursal bancaria.
La sede del Macro está custodiada por la Policía. Y en las afueras de El Soberbio hay muchos controles, con presencia de policías y gendarmes.
Si bien el eje de la búsqueda es el territorio brasileño, la investigación de este lado de la frontera intentará determinar si hubo apoyo local a la banda de brasileños que cometió el atraco; también los movimientos que la organización ensayó previo al golpe, porque cae de maduro que hubo inteligencia previa. Nada se dejó librado al azar.
La séptima brigada de la Policía Militar brasileña aportó a la prensa de su país algunos datos vinculados sobre los sospechosos detenidos ayer en la zona de Esquina Gaúcha, en el interior del municipio Tiradentes do Sul, cerca de Tres Passos.
Indicó que uno de ellos hasta hace poco trabajaba como camionero en su pueblo, Miraguaí; que otro es de Porto Alegre; que el tercero de Cruz Alta y el cuarto de Porto Soberbo, población situada frente a El Soberbio. En cuanto a este último, los uniformados indicaron que no habría participado en el letal atraco, sino que habría prestado apoyo a la banda.
Sobre los prófugos, entre cuatro y siete personas, se supo que los vieron a bordo de una Chevrolet Captiva en la localidad de Alto Barreirinho, ubicada entre Tiradentes do Sul y Crissiumal. Hasta ahora no hay información acerca de su paradero.
Tampoco hubo noticias del dinero que se llevó la gavilla. Unos 1.600.000 pesos, según estimaciones extraoficiales.
Frente a la comisaría dejaron estacionada la camioneta Kia gris en la que escaparon los ladrones. Los vecinos pasan, la miran unos minutos y siguen.
Algunos de los vecinos que estuvieron dentro del banco afirman que nacieron de nuevo. Otros no pueden dejar de pensar en la violencia con la que se movían esos ladrones con el rostro cubierto con medias de nylon, que daban órdenes y gritaban, apuntando con armas largas. Afirman que habrá un antes y un después en El Soberbio.
Hoy también se escucharon oraciones; igual que cuando los asaltantes amagaron con llevarse varios rehenes y la gente empezó a orar para que la pesadilla pasase. Nada más que hoy la plegaria fue para que la paz vuelva al pueblo y para el eterno descanso de Roberto Ballesteros.
El suboficial prestaba servicios en la comisaría de esa localidad y sus restos fueron velados en una sala ubicada sobre la avenida San Martín de El Soberbio.

BALLESTEROS

Su cuerpo fue trasladado al cementerio local, ubicado en el kilómetro 3 de la ruta provincial 13. Allí se le brindaron los honores fúnebres correspondientes con la presencia de autoridades del Gobierno, de la jefatura y de la plana mayor policial.

Estuvieron presentes el subsecretario de Seguridad Julio Lenzken; el jefe de la Policía, comisario general Jorge Héctor Munaretto; el subjefe comisario general Roberto Favio Sosa; el subsecretario Legal y Técnico, Carlos Syniuk; el intendente local y demás autoridades.

Se realizó una formación de honor, el jefe de la Unidad Regional de San Vicente pronuncio unas palabras, se dio lectura a la disposición de Jefatura por medio de la cual el jefe de Policía dispuso el ascenso «post morten» al grado de suboficial mayor. En esa ocasión el subsecretario de Seguridad hizo entrega a la familia de la Bandera Nacional, el Jefe de Policía del gorro y el subjefe, del escudo  e insignia de grado. Hubo un minuto de silencio con la Banda de Música de la institución.

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