“Carlés sigue la misma línea de Zaffaroni”, dijo el abogado Paredes

El abogado penalista Eduardo Paredes consideró acertada la propuesta del Gobierno de nombrar a Roberto Carlés como ministro de la Corte Suprema en reemplazo de Zaffaroni reúne con creces las condiciones debido a su formación. “Sigue la misma línea de Zaffaroni… La edad no es un óbice”, dijo.
Según manifestó Paredes, incluso en América Latina Carlés reúne todas las condiciones, aunque hay otras opciones como Julio Mayer o Mónica Pintos que también serían idóneos para el puesto. “Pero lo de Carlés yo había escuchado que ya se sabía a fin de año y que había algún pedido de la iglesia incluso. Él reúne largamente las condiciones y sigue la misma línea de Zaffaroni”, dijo.
Respecto a las objeciones a su nombramiento por su corta edad y falta de experiencia en el Poder Judicial consideró que la edad no es un obstáculo y que en realidad lo que hay que tener para ser ministro en la Corte Suprema es un gran caudal teórico y una clara postura política en cuanto a la definición del derecho, “porque el derecho no es neutro, sino que uno lo ve desde una posición ideológica”. “Yo preferiría alguien que no haya tenido práctica judicial porque la gente que está en práctica judicial es la menos formada”, agregó.
En ese sentido señaló que, en general, en el Poder Judicial no están los “más brillantes” y que “con los años van ascendiendo, y después tenés un montón de años de malas prácticas consolidadas. Pero eso se puede cambiar con gente muy bien formada y sólida”, aseguró y remarcó: “La carrera judicial no sirve, lo único que asegura es tener experiencia burocrática”.
Por ese motivo el abogado indicó que la designación de Carlés reúne todas las condiciones, permite un cambio y tiene una visión política. “El gobierno está en una crisis y está en un momento crítico particular, pero la designación es correcta. Pero si no Julio Mayer o Mónica Pintos, que es mujer, serían buenas opciones. Argentina tiene muy buenos juristas”, dijo finalmente.

MO-Radio República

Por su parte el penalista Miguel Iglesias aseguró en Radio Libertad, que la propuesta fue “sorpresiva sin dudas, porque el colega realmente tiene un currículo que se construye estando en las grandes ciudades y en las manos de grandes académicos como lo es Zaffaroni, que en términos de estudios es quizás lo mejor que tenemos en el occidente y eso le permitió tener una carrera académica que al común de los profesionales es inaccesible. Ahora bien, una cuestión es tener un currículo con posgrados y doctorados, integrar asociaciones internaciones en materia de criminología y materia penal. Y otra cosa es tener experiencia para ser parte del tribunal máximo de la Argentina. Son cuestiones que no necesariamente se suceden una de la otra”.

Para el letrado, Carlés no tiene experiencia en la profesión y tampoco en la magistratura. Por lo que según su punto de vista, “no era necesario formar la propuesta con una persona tan joven, teniendo sobre todo en capital, gente de altísimo vuelo teórico, con una edad mas acorde al cargo que se pretende acceder”.
Opinó que un postulante potable para el puesto sería Maximiliano Rusconi de 50 años ( actual defensor de Diego Lagomarsino) ya que es doctor en derecho por la UBA, profesor de derecho, y posee varias obras.

También Martín Ayala, presidente del Colegio de abogados de Misiones dio su parecer sobre la propuesta. Dijo que en primer término que es importante que la Corte Suprema que tiene que tener cinco miembros, esté integrada completamente. Y es razonable que se propicie completar la integración de la misma, para que pueda trabajar a la plenitud de capacidad de trabajo.

Sobre la elección de quien debería cubrir la vacante. Aclaró que no conoce a Carlés personalmente, ni a su trayectoria académica. Sin embargo cree que aunque “ por los pergaminos anunciados debe ser un profesional que tiene una trayectoria académica importante”.

Pero dejó claro que a su entender eso solo no alcanza, y que la juventud del postulante, “conspira contra la necesidad de una experiencia previa que permita sopesar, el conocimiento teórico, con la experiencia viva y efectiva del ejercicio profesional, sea desde el ejercicio privado de la profesión o en la justicia. Como el caso de Zaffaroni en el ámbito privado o de Highton de Nolazco en la justicia, antes de ser ministros”.

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