Ayer alrededor de las 14.30 sacaron del arroyo Ñacanguazú el cuerpo de Ariel Fabián Pereyra (27), luego de un arduo trabajo de búsqueda llevado adelante por efectivos policiales de la UR-IX, buzos tácticos de la Prefectura y bomberos voluntarios de la zona.
La víctima fue encontrada a unos 1.500 metros de donde había sido visto por última vez el pasado miércoles, pasadas las 17.30, cuando se hallaba en el citado cauce en compañía de un grupo de personas, y al arrojarse al agua, desapareció de la superficie.
La médica policial de turno determinó que el deceso de Pereyra fue a raíz de asfixia por sumersión. El magistrado interviniente dispuso la entrega del cuerpo a sus familiares para velatorio e inhumación.
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