El «espía» misionero Bogado rechazó la custodia, pero la Policía igual puso agentes en su edificio

El misterio y las revelaciones alrededor de la muerte de Alberto Nisman y de la impactante denuncia presentada el miércoles 14 por el fiscal de la Unidad Especial AMIA se suceden hora tras hora, igual que la rutina de los imputados sobre los que deberá decidir si da curso o no a la investigación o no el juez Ariel Lijo.
Uno de ellos es Ramón Allan Héctor Bogado, denunciado por Nisman como supuesto espía de la ex SIDE cercano al círculo presidencial y como partícipe fundamental de una maniobra destinada a encubrir a los acusados iraníes por el atentado a la AMIA a través del memorándum de entendimiento con aquel país a cambio de favores comerciales. El miércoles 21, una semana después de la presentación judicial de Nisman, el juez Lijo dispuso custodia policial para él y para el ex juez Héctor Luis Yrimia, también denunciado por el fiscal como encubridor.
Lo llamativo es que, según pudo saber Infobae, Bogado rechazó la custodia de la Policía Federal dispuesta por el juez y materializada por el Ministerio de Seguridad de la Nación en el único domicilio declarado por el supuesto espía, en Piedras al 400, a metros de la avenida Belgrano, en pleno centro porteño. Según las fuentes, Bogado habría firmado un documento en el que rechazó la consigna policial, aunque las autoridades hicieron caso omiso al pedido y dejaron custodia en el lugar.

CASA DE ALLAN

Este medio se acercó al edificio de la calle Piedras en el mediodía de hoy. En el hall de acceso, un uniformado de uno de los cuerpos especiales de la Policía Federal custodiaba el lugar. La misma escena que la puerta del departamento del supuesto espía, en el sexto piso. Nadie contestó en el timbre ante el requerimiento de Infobae.
Ayer el panorama era distinto: dos patrulleros de la Policía Federal y casi una decena de agentes se habían acercado hasta el lugar, ante la convulsión de los vecinos y hasta del encargado del edificio.
El martes 20, y tras el pedido de Lijo, el secretario de Inteligencia, Oscar Parrilli, contestó al juez que tanto Bogado como Yrimia «no pertenecen ni han pertenecido como personal de la planta permanente, contratado, de gabinete ni personal transitorio» de la SI. La respuesta oficial, sin embargo, no invalida la denuncia de Nisman, que apuntó a lo más alto del poder. La Justicia deberá investigar la presentación de casi 300 fojas y, en este caso, develar el misterio en torno a Bogado.

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