Solo resta el resultado de un ADN para que cierren la investigación por el crimen del albañil Guirula

Apenas falta una pericia para que los funcionarios del Juzgado de Instrucción Uno den por cerrada la investigación por el asesinato del albañil Carlos Raúl Guirula (30). Se trata de un estudio de ADN, mediante el cual se intenta establecer si es de la víctima las manchas de sangre encontradas en uniformes secuestrados a policías implicados.
De los ocho uniformados investigados, seis se encuentran presos desde el día del hecho. Son aquellos a los que el juez Marcelo Cardozo les dictó la prisión preventiva. La Cámara de Apelaciones incluso avaló la resolución del magistrado.
El ADN se realiza fuera de la provincia. En las próximas semanas vendría el resultado y entonces estaría todo listo para la remisión del expediente a la Fiscalía correspondiente, a la que le toca analizar el material probatorio y la carátula del caso para finalmente, si así lo considera, elevarlo a la instancia de juicio oral y público.
Fuentes judiciales confiaron que los elementos de prueba recabados en contra de los policías que intervinieron en el arresto del albañil el sábado 19 de julio de 2014 son contundentes y que los efectivos hoy entre rejas seguirán en esa condición, hasta que el expediente se ventile en un debate.
Guirula y dos amigos entraron en el motel Park, ubicado en Comandante Andresito y Santa Catalina, con dos prostitutas. Cuando ya se retiraban, el albañil tuvo una discusión con el conserje, porque se negaba a pagar la cuenta de lo que había consumido, de acuerdo con lo que declararon testigos que declararon en la causa. Consideraba que lo que le querían cobrar era excesivo. Desde el albergue transitorio llamaron a la Policía y al rato cuatro patrulleros llegaron al lugar.
Guirula no solo fue reducido y esposado. La dieron una paliza brutal que hizo que llegara muerto en el patrullero en el que lo trasladaron a la comisaría XIII. Para el juez Cardozo, lo ultimaron a patadas.
La oficial Lourdes Beatriz Tabarez, el sargento primero Claudio Marcelo Servián y el agente Carlos Da Silva, todos de la seccional XIII; y de los cabos primeros Lucas Nahuel Saravia y Ricardo Escobar; ambos del Comando Radioeléctrico de la Unidad Regional Uno, están imputados por el delito de “torturas seguida de muerte agravadas”.
El sexto detenido con prisión preventiva es el oficial subayudante Carlos Alberto Zidorak, del Comando Radioeléctrico, acusado de “omisión funcional para evitar torturas”.
También se encuentran ligados a la causa el oficial Javier Olmedo y el suboficial mayor José Veloso. Los dos prestaban servicios en la seccional XIII del barrio Guazupí. Están acusados de “encubrimiento”. Fueron los primeros en ser excarcelados.

LA REGION

NACIONALES

INTERNACIONALES

ULTIMAS NOTICIAS

Newsletter

Columnas