El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, aseguró ayer que el misionero Ramón Allan Héctor Bogado, mencionado como supuesto agente de Inteligencia en la denuncia del fallecido fiscal especial de la causa AMIA, Alberto Nisman, “no es empleado público, ni de la modalidad de planta permanente, ni de planta de gabinete, ni de planta transitoria, ni como personal contratado”.
Así, se sumó a la desmentida que había realizado el titular de la Secretaría de Inteligencia, Oscar Parrilli, quien negó que el misionero haya pertenecido a ese organismo. En cambio, reveló que el 12 de noviembre del año pasado la SI había denunciado a Bogado por el delito de tráfico de influencias porque «se presentaba ante funcionarios de la Aduana como agente de la Secretaría». La causa está en el juzgado de Luis Rodríguez, actualmente de vacaciones. Bogado también tiene otra denuncia por extorsión, en una causa iniciada en 2013.
Capitanich dijo ayer que “Bogado, que oportunamente fue desmentido como agente de Inteligencia por parte de la Secretaría de Inteligencia, en el marco de la desclasificación respecto a la denominación de los agentes, y también desde el punto de vista de las comunicaciones telefónicas, no se registra como empleado público desde el año 2003 a la fecha, ni en la modalidad de planta permanente ni de planta de Gabinete, ni de planta transitoria, ni como personal contratado en virtud del decreto 2.345, ni tampoco del decreto 1.421 del año 2008”, dijo el funcionario nacional.
Finalizada la conferencia de prensa matutina de Capitanich, desde Jefatura de Gabinete de Ministros se divulgó un comunicado en el que vuelve a reafirmar la situación de Bogado, al indicar que “no registra pertenencia a ninguna de las categorías establecidas de empleo público”.
“La Jefatura de Gabinete de Ministros de la Nación, a través de la Subsecretaría de Gestión y Empleo Público, informa que el señor Ramón Allan Bogado no registra pertenencia a ninguna de las categorías establecidas de empleo público en esta Jefatura”, indica el texto oficial.
El comunicado de prensa concluye que «por lo tanto, no está registrado en la base de datos de empleo público ni como planta permanente, ni como planta transitoria, ni como personal de gabinete, ni contratado en el marco de los Decretos 2345/08 o 1421/02”.
“Es la aclaración y desmentida categórica de esta Jefatura de Gabinete de Ministros”, había dicho Capitanich antes en su habitual encuentro matutino con los periodistas en Casa de Gobierno.
Un chanta argentino
Por su parte, el secretario general de la Presidencia, Aníbal Fernández, calificó a Ramón Allan Héctor Bogado, uno de los supuestos agentes de inteligencia que figura en el escrito, como «un típico chanta argentino» y «un vendedor de influencias».
Además, dijo estar «convencido» de que el texto de la denuncia de Alberto Nisman contra la presidenta Cristina Fernández de Kirchner en el marco de la causa AMIA «ni si quiera lo escribió» el fallecido fiscal que investigaba el atentado.
«Cuanto más leo, más estoy convencido de que ni siquiera lo escribió él», dijo el funcionario al referirse al contenido de la denuncia de Nisman que anteayer se hizo pública en forma completa.
Bogado fue señalado por el fallecido fiscal como partícipe del “complot para fabricar la inocencia de Irán” en la causa AMIA.
El juez federal Ariel Lijo dispuso la custodia preventiva de Bogado y el ex juez Héctor Luis Yrimia, el otro acusado.
Yrimia sostuvo que la acusación está «novelada». Sobre sus vínculos con el resto de los acusados, reconoció relación con algunos. De Allan Bogado, señalado como espía aunque la SI lo negó, admitió conocerlo de «la cancha» (Vélez) y por ser «cliente» de su estudio.
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