Había una vez un rayo

¿Cuántos partidos son definidos por el azar? Un tiro cuya trayectoria es desviada 2 centímetros por el viento o por un rebote inesperado, puede cambiar el resultado de un partido. Un rebote defectuoso puede dejar sólo a un delantero o hacerlo errar un tiro de esos que son más fáciles de meter que de tirar afuera. Pero ¿alguna vez escucharon de un trueno que defina un partido? Si eso suena raro, los invito a leer lo que ocurrió en Congo hace 16 años…
Por el torneo de Primera División del Congo se enfrentaban dos equipos dos regiones enfrentadas por cuestiones políticas. Durante la década de los sesenta, Kasai se quiso independizar del por aquel entonces Congo Belga. Inclusive lo logró, y se formó en agosto del ’60, pero rápidamente fue derrotado por el régimen de Joseph Mubutu, quedando prohibida cualquier expresión del movimiento independentista.

En aquella ocasión, el Bena Tshadi recibió en Kasai a su oponente, el Basanga. El encuentro comenzó con una leve llovizna, que con el transcurrir de los minutos se convirtió en una fuerte lluvia con granizo. Ya habían jugado un rato largo e iban 1 a 1 cuando sucedió este hecho que podría ser tranquilamente objeto de un cuento fantástico: un rayo cayó en pleno estadio y asesinó a 11 jugadores. Ya de por si, es trágico, pero lo más llamativo es que los muertos fueron los 11 integrantes del equipo local. Todos los hinchas, los árbitros, los suplentes y los visitantes estaban ilesos, quizás con alguna herida menor, pero los jugadores del Bena Tshadi habían perdido la vida.

¿Cómo había sido posible que un rayo aniquile a 11 jugadores de un mismo equipo, estando todos los hombres distribuidos por el campo de juego y habiendo muchos más en las tribunas? Una de las explicaciones que se le intentó dar, aunque nunca comprobada, es que se trató de un episodio de magia negra, una aplicación de los tantos rituales que son comunes en las aldeas africanas.

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