La investigación por el caso de la joven hallada quemada en Candelaria se encontró con una barrera hasta ahora infranqueable: la no identificación de la víctima. Se cree que la muchacha, de menos de 25 años, no es de la provincia. Por eso la Justicia pidió la colaboración de la ciudadanía para ubicar a la familia de la fallecida.
Esta mañana, el juez de Instrucción César Yaya, a cargo de la causa, llamó a una conferencia de prensa para difundir el identikit de la muchacha. Dijo que hasta el momento lo único que se sabe es que fue ella quien el martes pasado fue hasta una despensa del barrio San Cayetano y compró una botella de alcohol medicinal. Es el líquido que luego se encendió sobre su cuerpo, causándole las heridas letales.
Como seña particular, el magistrado mencionó que tenía un tatuaje en la muñeca derecha.
“Si no podemos identificarla, no podremos determinar qué es lo que pasó”, indicó el juez.
Sobre la persona que un vecino de la zona dijo haber visto alejarse del lugar donde encontraron a la chica, Yaya sostuvo: “No tenemos la manera de determinar si era hombre o mujer, si tenía o no que ver con el hecho. Si pasaba circunstancialmente, si estuvo con la víctima”.
“Por el acento suponemos que no es de la región”, aclaró sobre la víctima.
“Hubo personas que se contactaron con nosotros porque buscaban a alguien perdido, pero la identificación fue negativa”, añadió.
Yaya también habló de lo que arrojó la autopsia: “El informe preliminar dice que no fue lesionada, no fue atada, ni maniatada. Estaba parada cuando empezó el fuego. El líquido ha tenido una determinada trayectoria que indica que estaba erguida. No hay un sistema de autoprotección. En la espalda no tiene lesiones”. Esto sustenta la hipótesis de que la joven se habría autolesionado.
César Yaya, juez de Instrucción
