Cuando uno de los dos no quiere tener hijos: ¿cómo sobrellevar la situación?

Un debate en donde las parejas pueden terminar en ruptura o uno de los dos no cumple el deseo de ser padre.

La elección de ser padres en una pareja no es una decisión sencilla. En algunos casos tenemos la posibilidad de elegir el momento en el que deseamos traer a un ser vivo al mundo y otras veces, llegan sin aun estar del todo preparados.

El punto de conflicto se ve, casi siempre, cuando uno de los dos no quiere tener hijos y es allí en donde nos encontramos, en la mayoría de los casos (no en todos) con la ruptura de la pareja.

Existen infinitos motivos por los cuales él o ella no desea o no se siente preparado para tener un hijo. Lo más común es cuando uno de los dos ya tuvo la experiencia anterior de ser padre en su pareja o matrimonio anterior, y por esta razón, no tiene intención de tener otro hijo. Y para la otra persona es un momento muy doloroso en donde empieza a sentir que a ese vínculo algo le está faltando, y, que de alguna manera, se está perdiendo la posibilidad de tener un bebé por seguir firmemente amando a su pareja.

También, aparecen otros casos en donde él o ella no se siente lo suficientemente maduro o preparado para ser padre, ya sea por el miedo a la crianza o educación, por el costo que ocasiona tener un hijo o bien porque no se siente del todo seguro para tenerlo con la persona que tiene al lado. A esto se suma que la mujer a veces suele sentirse ansiosa o teme a su reloj biológico. Aunque en la actualidad los 40 de ahora son los 30 de antes y no hay que alarmarse porque antes las parejas solían casarse muy jóvenes y a continuación tenían un bebé. En los tiempos que corren estamos súper alejados de ese parámetro. El casamiento fue reemplazado por la convivencia y para tener hijo, se espera un poco más. Prefieren viajar, ahorrar o desarrollarse profesionalmente.

El más complicado es aquel conflicto en donde se ve involucrada la salud. Hay parejas a las que les cuesta muchísimo tener hijos, y tras varios intentos de no quedar embarazada, la persona queda muy desgastada no solo a nivel físico sino también psicológico. Algunas veces uno de los dos quiere seguir intentando porque es tan fuerte el sueño a cumplir que no se da cuenta qué es lo que le pasa al otro. Y no solo nos referimos a la mujer que es la que pasa por el procedimiento y es la que pone el cuerpo, sino también que es el hombre el que se siente muy dolido a nivel sentimental y decide parar con la búsqueda. Por esta razón, muchas parejas intentan con la adopción, aunque es un proceso con larga espera que también requiere de una alta cuota de paciencia.

«La situación es muy sensible y delicada, y, por sobre todo, altamente dolorosa para aquellos que la transitan. Por un lado, porque vislumbran la probabilidad de no poder concretar un deseo personal trascendente, pero a la vez tienen temor a la posibilidad de perder al otro», explica la psicóloga Fabiana Porracín.

Y agrega: «Cuando es la mujer la que quiere tener hijos y el hombre no, la mujer suele tomar la negativa como rechazo personal, como que no es amada, y le resulta muy dificultoso comprender que no se trata de falta de amor de su pareja hacia ella, sino que su pareja es una persona distinta, con proyectos, momentos y necesidades diferentes. En estos casos, el hombre suele tener la sensación de ser manipulado persistentemente por la mujer para tener los hijos tan deseados por ella. Cuando la situación es a la inversa, cuando es el hombre quien desea tener sus hijos y no pueden tenerlos por proyectos personales de la mujer, o por su edad biológica no puede suceder, la situación se vuelve casi invisible, dado que, en la cultura en la que vivimos, el hombre aprende a desconectarse de su mundo emocional, oculta su dolor, tapa su deseo de ser papá».

A quienes no han formado pareja aún, y tienen el deseo de ser padres, es recomendable que una vez que la relación se torne sería, charlar estos temas para no encontrarnos con sorpresas a medida que la relación va creciendo.

– La falsa promesa: este es otro punto a analizar, ya que son muchas las mujeres que dicen que los hombres intentan posponer la charlar, diciéndoles que no quieren tener hijos «por ahora», y se pasan largos años aferradas a una decisión que nunca llegará. Hay que darse cuenta cuánto esperar. Si esperamos un tiempo razonable y volvemos a hablarlo y la respuesta es siempre la misma, lo más probable es que el deseo no se concrete.

– A quienes ya se encuentran en la situación, sugerimos escucharse a sí mismos,darse tiempo para transitar el momento, y no tomar decisiones apresuradas. En el caso de tomar la decisión de continuar con esa pareja, es importante tener en cuenta que el dejar de lado el proyecto de la maternidad/paternidad es algo que nos vas a pesar y va a ser recurrente en distintos instantes de nuestras vidas.

– Es recomendable tener presente que para que la pareja sea sana hay amores que no pueden entrar en contradicción: el amor a uno mismo (que se alimenta de concretar los deseos y proyectos propios) y el amor al otro (que se nutre con la realización de los proyectos compartidos). Ambos amores tienen que coexistir; por ello es importante tener presente que no suele ser constructiva una pareja en la que uno de sus integrantes se postergue en cuestiones de relevancia para su realización personal.

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