Reflexión dominical del pastor Decena: Llamados a derribar

Dios en su palabra nos llama a derribar obstáculos que nos impiden alcanzar la bendición y las promesas de Dios. Hoy vamos a analizar esto con la Palabra de Dios.

 

Llamados a derribar. Jeremías 1:10.

La palabra derribar en  hebreo “Jarás”, significa tirar hacia abajo o en pedazos, romper, destruir: desmoronar, destruidor, destruir, rendir, traspasar, trastornar.

 

1) DERRIBANDO MURALLAS.

Israel estaba por entrar a la tierra prometida, va a tomar treinta y cuatro ciudades; la primera fue Jericó y como sabemos el gran muro se cayó por el poder de Dios. Dios le dijo que de Jericó no tomaran nada, porque era la primera ciudad conquistada y le correspondía a Dios, era como la primicia apartada para Dios. Entraron a Jericó que era una ciudad muy rica, donde había poder y un hombre llamado Acán vio  alfombras y oro y  lo robó. Tomaron Jericó que era grande  y luego vino la segunda batalla, la ciudad de Hai, que era chiquita, pero fueron vencidos.

Josué reacciona a la pérdida, al problema, al evento y se pone a llorar: «por qué, qué va a pasar ahora, se van a enterar que perdimos en Hai y van a venir todos nuestros enemigos…»  llora y clama. Y Dios le enseña un principio: Estás reaccionando al problema en vez de ver las cosas que generaron ese problema. De igual manera cuando tenemos un problema y pedimos a Dios por un milagro, en vez de pedirle sabiduría para saber por qué se formó ese problema, debemos resolver las raíces de lo que formó el problema.

Si orás a Dios diciendo: «cancela mi deuda» pero no sabés cómo llegaste a la deuda, ni qué factores de desorganización generaron tu deuda, esos mismos factores como siguen vivos van a generar otra deuda. Y hay cantidad de cristianos que van detrás de los milagros, y está bien buscar el milagro, pero antes necesitamos sabiduría para analizar por qué se formó este problema, qué factores intervinieron.

La ciudad de Hai no tenía murallas como la ciudad de Jericó, pero tenía murallas espirituales! Y no pudieron conquistarla por más que era pequeña. Cuando derribaron  las murallas espirituales pudieron vencer.

 

2) DERRIBANDO A LOS GIGANTES.

Sabemos que David venció a Goliat. Pero había muchos gigantes por vencer, no era únicamente Goliat.  Y así es la vida del creyente, somos llamados a derribar a muchos gigantes.

Veamos los siguientes pasajes: 2ª Samuel 21:18-22 y también 1ª Crónicas 20:5.

“Otra segunda guerra hubo después en Gob contra los filisteos; entonces Sibecai husatita mató a Saf, quien era uno de los descendientes de los gigantes” (v.18).

“Hubo otra vez guerra en Gob contra los filisteos, en la cual Elhanán, hijo de Jaare-oregim de Belén, mató a Goliat geteo, el asta de cuya lanza era como el rodillo de un telar” (v.19).

Todos en nuestra vida enfrentamos a demonios que se levantan como grandes gigantes, y nos impiden tener una vida plena y feliz.

Dios quiere animarnos para que en su nombre podamos vencer a todos los gigantes que se levanten ante nosotros, así como lo hizo Elhanán, y seamos parte del pueblo que derrota a los gigantes.

¿Quién era este Elhanán? La Biblia no da muchos detalles, era hijo de Jair o Jaare-oregim, dio muerte a Lahmi, hermano de Goliat, pero pudo haber sido uno de los valientes de David, o uno de los soldados del ejército de David. Pero lo importante es que sabemos lo que hizo: derrotar a un gigante, al hermano de Goliat.

Este Elhanán era de Belén así como David. Tal vez había visto a  David enfrentarse y vencer a Goliat y se sintió tal vez capaz de imitarlo y matar a su gigante.

 

3) DERRIBANDO FORTALEZAS ESPIRITUALES.

2ª CORINTIOS 10:4 Porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas

Fortaleza es un lugar fortificado que Satanás construye en la mente, con pensamientos, argumentos y justificaciones, y pone a la persona contra el conocimiento y los planes de Dios.

Lucas 16:8  Y alabó el amo al mayordomo malo por haber hecho sagazmente; porque los hijos de este siglo son más sagaces en el trato con sus semejantes que los hijos de luz.

Jesús resaltaba las fortalezas mentales con mucha inteligencia, contando historias que pudieran calar hondo en el corazón de todos. Y un ejemplo de ello es la parábola del Buen Samaritano. Lucas 10:27  Aquél, respondiendo, dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con todas tus fuerzas, y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo.

Lucas 10:29  Pero él, queriendo justificarse a sí mismo, dijo a Jesús: ¿Y quién es mi prójimo?

Lucas 10:36  ¿Quién, pues, de estos tres te parece que fue el prójimo del que cayó en manos de los ladrones?

O también como cuando el profeta Natán va a ver al rey David  y le cuenta una historia… y en esa historia le hace decir que el personaje malo era David mismo, David se sorprendió por no haber pensado que tenía tan mala fama delante de Dios. Las fortalezas mentales son las que engañan a muchos haciéndoles pensar que están bien, cuando en realidad están mal ante Dios. Por eso es tan importante la Palabra de Dios, pues penetra profundamente en el corazón del individuo, y le muestra la realidad espiritual.

En este año vas a derribar lo que te impide alcanzar los sueños y las promesas del Señor! Que Dios te bendiga y tengas una semana de victoria.

Pastor Guillermo Decena, Centro Familiar Cristiano Eldorado.

Prédicas en vivo los miércoles y domingos 20 horas, a través de www.centrofamiliarcristanoweb.org

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