Francia refuerza el dispositivo de protección antiterrorista con medios adicionales

«La libertad de expresarse, de decir lo que pensamos, la caricatura. Al escudo de la República, es decir a la Policía. A la tolerancia. A los judíos, de nuevo. Los terroristas han querido atacar los símbolos de Francia». El primer ministro francés, Manuel Valls, ha asegurado esta mañana que tras los atentados y los ataques de los últimos tres días «habrá un antes y un después», pero que los valores republicanos deben permanecer más fuertes que nunca, por lo que ha animado a todo el mundo a asistir a las marchas convocadas para este fin de semana.

Varios miles de personas se han concentrado en silencio este sábado en diversas ciudades de Francia contra el terrorismo y en homenaje a las 17 víctimas de los atentados de los últimos tres días, entre ellos los doce muertos en la revista ‘Charlie Hebdo’.

Las marchas han sido muy numerosas en distintas ciudades como en Pau, localidad de 80.000 habitantes en el sudeste de Francia que, según la alcaldía, ha logrado reunir a cerca de 40.000 personas.

‘Todos somos Charlie’, fue uno de los lemas más vistos en estas manifestaciones, que se celebraron también en otras ciudades como Orléans (centro), con unos 22.000 asistentes, o Niza (sur), donde cerca de 25.000 personas se reunieron en el Paseo de los Ingleses a lo largo de la playa.

«No somos sólo una suma de comunidades, somos una República con valores. Será un evento sin precedentes (…) que debe ser poderoso, para mostrar el poder y la dignidad del pueblo francés que va a gritar su amor a la libertad y la tolerancia. ¡Venid!», ha invitado el primer ministro Valls.

Las cuestiones de seguridad son ahora mismo un quebradero de cabeza para la Policía y la Gendarmería. Han confirmado su asistencia a la manifestación del domingo un elenco impresionante de mandatarios de todo el mundo. Angela Merkel, David Cameron. Mariano Rajoy o Matteo Renzi. Así como los primeros ministros de Bélgica, Turquía, el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, o el de la Comisión Euroepa, Jean-Claude Juncker.

Y todo ello, con el país todavía en alerta máxima. Esta mañana, el ministo del Interior, Bernard Cazeneuve, ya ha anunciado que se está reforzando el dispositivo antiterrorista, conocido como Vigipirate, para custodiar instituciones oficiales y lugares de culto.

El Gobierno ha dado ya el visto bueno al despliegue de soldados. El Ministerio de Defensa ha comunicado que otros 250 soldados se unen al despliegue de 1.100 que ya se activó en los días anteriores.

Un total de 1.350 efectivos se unirán a la Policía este domingo «para garantizar la seguridad de nuestros ciudadanos», ha explicado el ministerio del Interior.

Sin embargo, ni la Gendarmería ni el Ejército pueden evitar el miedo. Existe un temor, muy fundado, a que posibles amenazas, y falsas alertas, conviertan la jornada de mañana en un caos. Esta misma mañana, el parque de Eurodisney, a las afueras de París, está siendo evacuado por una amenaza incierta, lo que está obligando a cerrar puertas y sacar a miles de familias con hijos pequeños.

Ya ocurrió el viernes en la capital, donde durante una hora se cerró la Plaza de Trocadero, junto a la Torre Eiffel. O en el Marais, el barrio judío, donde la Policía cerró por seguridad todas las tiendas de la célebre Rue des Rossiers.

ElMundo.

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