Turistas y vecinos denunciaron que fueron echados de la arena pública que hay frente a las carpas de los balnearios privados del sur. El municipio lo confirmó y empezaron las clausuras.»Me dijo que me daba cinco minutos para sacar la sombrilla porque me la iban a retirar y tirar al agua, que no la haga difícil, que pasaría vergüenza».
Lo que le ocurrió a Alejandro Lezcano, un hombre que fue a una playa al sur del faro con su esposa y su hija de dos años, y que relata en la denuncia que hizo en la Defensoría del Pueblo de Mar del Plata, pasa cada temporada: para los propietarios no existe franja de arena pública entre sus balnearios y el mar, y por lo tanto no permiten que nadie se instale allí. Pero existe, hay polémica y en las últimas semanas aumentaron las denuncias de turistas que fueron desalojados de esas playas. El domingo, por haber expulsado a una familia, la municipalidad clausuró un balneario en la zona top de la costa.
La municipalidad relevó la zona y vio cómo un matrimonio que había llegado con sus dos hijos a Personal Beach era expulsado. Previo a la clausura (por infracción a la Ley 12.257 del Código de Aguas), los inspectores filmaron el episodio.
«Se trata de una infracción grave y puede constituir un delito molestar la permanencia de las personas en espacios públicos», explicó Adrián Alveolite, secretario de Seguridad y Control. El balneario debe responder ante la Justicia de Faltas, que impone las multas; en caso de reincidencia, la inhabilitación puede extenderse por días.
«Es impensable sostener que la playa privada llega hasta el mar, hay una franja de arena que es pública, se trate de la Bristol, La Perla, norte o sur. Las reglas son las mismas para todos», explicó a Clarín Fernando Rizzi, defensor del pueblo de General Pueyrredón.
La casilla mail de la defensoría ([email protected]) recibió en las últimas semanas numerosos casos de vecinos de los barrios al sur Punta Mogotes y de turistas que prefieren esas playas abiertas y fueron «invitados» a poner sombrillas en otro lado.
Los terrenos en los que están plantados los balnearios son privados y pertenecen a los herederos de Patricio Peralta Ramos, el fundador de Mar del Plata. En esa franja de costa hay sólo 10 bajadas públicas: «Tienen que estar señalizadas, tener baños públicos y nadie puede cobrar por su uso», indicaron desde el Ente de Turismo. Es que también se supo que hubo quienes intentaron cobrar entrada. «No sabemos quiénes. Pero si así fuera el delito sería estafa», sostuvo Rizzi. Explicó que aunque las playas son privadas, están habilitadas por la municipalidad. «Se determinarán multas y en caso de desalojos se puede recurrir a la justicia penal», explicó.
También se recibieron denuncias del balneario Marbella. Ya hubo una «sombrilleada»: turistas y vecinos de un ONG ecologistas se instalaron en la franja de playa de la polémica, y tienen previsto una segunda para protestar contra la actitud de los balnearios y exigir más controles. Será frente al balneario Marbella en la mañana del próximo sábado.
