La mujer rompió bolsa a las 20 semanas y los médicos aconsejaron un aborto preventivo, pero se negaron y tuvieron suerte: el bebé nació a las 25 semanas y sobrevivió a fuerza de incubadora y mucha voluntad.
Cuando nació pesaba menos que una bolsa de azúcar y era más pequeño que la mano de su padre. Pero sus padres resistieron cualquier lógica e incluso el consejo médico: Jett Morris nació, entonces, cuando nadie creía que podría siquiera resistir en el útero de su madre otras semanas.
La madre del niño, Mhairi, contó que se sintió devastada cuando los doctores la impulsaban a abortar al niño. Aunque tenía sentido en lo que a la revisión médica indicaba, ella se negaba a creer que perdería a su bebé.
Con su esposo, Paul, resistieron a los médicos y enfermeros y soportaron una prolongada internación. Incluso las cinco semanas en las que el bebé permaneció, aún con pérdida de líquido amniótico, en el útero materno.
El embarazo era normal hasta la semana 20. Tras el escan fetal, donde descubrieron que tendrían un niño, la mujer sufrió la rotura de la bolsa y comenzó a perder el líquido. El resultado fue el consejo de abortar y la resistencia parental.
Ahora, cuando Jett cumple un año y está perfectamente sano, cuentan lo vivido como un milagro. «Sé que los médicos deben ser realistas y plantear el peor escenario, pero no hay dos personas iguales en el Mundo y ni siquiera le daban chances a Jett», aseguró la madre a Daily Mail.
Además de la pérdida del líquido, tenía placenta previa, por lo que podía perjudicar al bebé, causar sangrado e infecciones. Aunque le aseguraron que pariría en las próximas horas, pasaron 12 días hasta que comenzó el sangrado. Tuvieron que ir hasta Portsmouth, a 80 millas de su casa para conseguir un hospital con equipamiento adecuado para prematuros.
Jett finalmente nació el 6 de diciembre de 2013, con severos problemas respiratorios por sus aun no desarrollados pulmones. Pero el 5 de marzo de 2014, tres meses después, pudo ir a su casa perfectamente sano, auqnue estuvo con asistencia de oxígeno hasta mayo.
Desde el hospital local en Sussex, aseguraron que con su caso han aprendido a seguir más de cerca los embarazos para prevenir posibles problemas.
