Cae la ex cuñada de la joven misionera asesinada y descuartizada en Buenos Aires

“Debe haber visto o escuchado algo que no debía, sino no puede explicarse lo que le hicieron. La tuvieron secuestrada varios días, descuartizaron su cuerpo y arrojaron parte del torso y las piernas en un descampado. Lo demás todavía no apareció”, contó el tío de Analía Oliveira (24), una joven misionera que desapareció en agosto y cuyos restos fueron hallados, en parte, unos días después.

 

Ahora la Justicia arrestó a tres sospechosos por el crimen: dos mujeres que vivían con la víctima –una de ellas, su ex cuñada– y el amante de una de las detenidas. Pero el móvil es aún un misterio.

“Alguien tiene que saber algo más”, reclamó Miriam Peralta, la mamá de la joven que arribó a Buenos Aires cuando se enteró de la desaparición. Vale destacar que el entorno de Analía advirtió desde un primer momento que le extrañaba que la denuncia se realizara 10 días después de haber sido vista por última vez.

 

Analía fue vista por última vez el 9 de agosto. Ese día salió de su casa de Tristán Suárez –partido de Ezeiza– y no se supo nada más de ella. Hasta que el 18 de agosto una pareja encontró dos piernas y parte de un torso en un descampado del barrio en el que vivía la joven. Eran pedazos de su cuerpo.

 

 

“Los investigadores encontraron al menos 200 mensajes de texto entre este chico y Analía. Pero ninguno tendría el tenor de una relación amorosa, más bien eran mensajes de amigos”, detalló Enrique.

La víctima había nacido en Misiones, donde vivía con su familia hasta principios de este año. Había llegado a Buenos Aires siguiendo a su pareja, un cadete militar del que se separó días antes de desaparecer. El joven estuvo entre los sospechosos al comienzo de la causa, pero con el tiempo quedó descartado.

Lo primero que le llamó la atención a la familia de la víctima fue que Samanta realizara la denuncia por la desaparición de Analía recién doce días después de ocurrida. El 18 de ese mes, cuando aún no se había hecho esa presentación, fue que se encontraron las dos piernas envueltas en una bolsa de nailon, en un arroyo.

En noviembre, un análisis genético confirmó que se trataba de Analía y la causa dio un vuelco. Se hicieron allanamientos, pero recién a mediados de diciembre la lupa terminó de posarse en el entorno más próximo a la víctima.

“Las piernas habían aparecido con una sola media. Y resulta que, cuando se allanó la casa de Villagra, dieron con la otra media del par. Esa fue una de las pruebas para ordenar los arrestos. Los forenses, además, concluyeron que Analía fue asesinada un día antes de que se encontraran los restos. Eso significa que estuvo cautiva al menos ocho días”, agregó el tío.

Otro indicio que llamó la atención fue que, a partir del 9 de agosto, a pesar del intenso intercambio de mensajes que venían teniendo, Vega ya no le escribió más a Analía. La Justicia pidió ahora el informe de las llamadas que pudieron haber cruzado Villagra y la víctima, para ver si surgen más datos.

En un primer momento, la Policía detuvo en total a cinco personas. Entre ellas estaban también una hermana de Villagra y un joven llamado César, que había sido novio de esta mujer. Pero ambos fueron liberados a los pocos días.

Además, en la causa se secuestró un auto de un hermano de Vega para peritarlo, ya que los investigadores sospechan que podría haber sido usado para trasladar a la víctima. Uno de los interrogantes es qué pasó con las partes del cuerpo que aún no aparecieron.

“El fiscal tiene las mismas inquietudes que nosotros: por qué la mataron, dónde y cómo. Los detenidos no hablaron. Y eso que tuvieron ocho días para pensar qué hacer, para reflexionar, mientras la tenían cautiva. Fue todo premeditado. Ella se enteró de algo que no debía saber, por eso le hicieron esto”, concluyó Enrique.

El fiscal Carlos Hassan tiene hasta el 18 de enero para definir si pide la preventiva de los imputados, mientras intenta resolver los enigmas.

analia

La víctima vivía con su ex cuñada, ex pareja de su hermano. Esa mujer, Samanta Villagra, es una de las detenidas que ahora tiene el caso. La otra, María del Carmen Giménez, también vivía en ese lugar y a su vez es cuñada de Villagra. “Esta es una de las personas que más andaba con Analía, estaban siempre juntas. Tiene que saber algo”, dijo Enrique, tío de la joven asesinada.

 

El tercer detenido fue identificado por fuentes del caso como Federico Ramón Vega, un hombre que solía frecuentar la casa porque era amante de Villagra y había forjado una amistad con Analía. Según creen en la investigación, el día en que desapareció la víctima habría tenido planeado reunirse con él.

Analía (24) había arribado a Buenos Aires, proveniente de Misiones, hace un año y medio para acompañar a su entonces pareja, con quien se había peleado días antes de ser vista por última vez.

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