Desde hace algunos meses, un graffitero deja su sello personal en muros y paredes del centro posadeño. Es un adolescente que por ahora no firma sus graffitis, pero tienen su sello personal. Son caras apenas bocetadas con pocas líneas para marcar los ojos, nariz, boca y en algunos casos las cejas. Y reflejan distintas expresiones. ¿Ya las viste?
SP