Mañana a las 21, el sobrio auditórium de la Fundación El Músico recibe a tres músicos totalmente identificados con el género sincopado. Diego Bergara en contrabajo, Fernando Quintana y Marcelo Bonifato en guitarras, proponen versiones muy particulares.
Ayer, desprevenidos peatones se sorprendieron al ver un trío de jazz en plena vía pública, frente a una librería céntrica, se maravillaban con un contrabajo del que se destilaban graves sonidos para el folklore norteamericano, sus grandilocuentes formas se destacaban entre la guitarra y una armónica.
Era la banda BBQ, trabajando y de paso ensayando para el gran desafío, que tendrá este sábado 20 en Pianoforte, el flamante y sobrio auditorium que acaba de estrenar la Fundación El Músico. Con 80 comodísimas y finas butacas, es el espacio para tocar que ha levantado la escuela de formación de músicos que dirige Irina Morillo. Queda en Chile 2608 (continuación Alvear, a media cuadra de Corrientes).
BBQ es un trío de jazz que toma piezas de exquisitos compositores del género y las entrega en su particular modo ver y concebir esta fenomenal música negra, además lo que permite la singular formación sin batería. Son, los también Yarará Funk, Diego Bergara (contrabajo) y Fernando Quintana (guitarra), y otro gran guitarrista: Marcelo Bonifato.
El contrabajista contó que “la banda propone un trio distinto a nivel formación, el repertorio no es exclusivamente «guitarrístico», así que abordamos las cosas que nos gustan sin reparar mucho en la obra en sí, sino fluir a partir de ella. Es interesante la dinámica, particularmente, al no tocar con un baterista, me obliga a estar muy atento. Esto es muy bueno, no es lo mismo que estar ‘concentrado’, el concepto de concentración te aísla, y lo que buscamos es una conversación entre nosotros”.
Consultado si existe público de jazz en Posadas, contó que hay gran cantidad de cultores, que como a otros géneros faltan lugares que contraten bandas y no vean a la música como un gasto, sino una inversión para sus locales. “Hemos gozado de respuestas de público sorprendentes, sea el género que sea, los lugares deberían aprovechar esto, porque redunda en más gente en sus establecimientos. Es cuestión de tiempo, personalmente he tocado, y lo sigo haciendo, todo tipo de estilos y es muy satisfactorio ver que la gente la está pasando bien”.
Por último, Diego Bergara pisa escenarios con gran personalidad en varios proyectos musicales, con la mencionada Yarará, con Aguamono junto a otro Yarará, Leandro Yahni; es el bajita de Ronda Caldeira, también su calidad ejecutiva ha sido parte de la banda –muchas veces orquesta- que forman los Pimpinela para salir a escena, él explica mejor que nadie, cómo hace.
“Formar parte de tantas bandas tan distintas es algo que elegí, todas te dan distintas cosas y en general son satisfactorias, con una conoces el mundo, con otra fueron tus comienzos y tus primeros amigos músicos. Tocar distintos estilos es muy beneficioso para cualquier músico, el desafío es que la cosa funcione. Tocar con el trio me encanta, haber tocado con Pimpinela me expuso a un nivel de exigencia muy profesional. Aguamono es una bomba musical muy fina, Yarará y Ronda, son todos grupos que disfruto. Es un placer”.
Auditorium Pianoforte
Situado a escasos metros de donde se levantaba el ex Comedor Universitario, sobre Chile, la pianista Irina Morillo concibió un espacio sorprendente para la música y las artes en general; además de ser utilizado para conferencias, charlas, talleres y seminarios. Totalmente acustizado, cuenta con sala de grabación y el escenario está levantado un peldaño por sobre el nivel en que se sitúa el público.
Para que los espectadores puedan seguir cómodamente las alternativas de los recitales, se ha enviado a diseñar finísimas sillas que han sido donadas cada una de ellas –consta con una plaqueta en el respaldo- por familias queridas y cercanas a la institución. Esta campaña sigue hasta completar las 80 butacas. Un lugar para descubrir y de paso, disfrutar el placer de un momento melómano para descongestionar neuronas y sentidos
