Murió Adolfina Escobar tras una inclaudicable lucha por recuperar los restos de su hijo Félix Escobar

Adolfina Escobar se pasó la vida buscando los restos de su hijo, desaparecido durante la última dictadura cívico militar.
La lucha duró desde 1976, cuando Félix fue secuestrado y asesinado en La Plata, hasta abril de 2012, cuando, después de que el Equipo Argentino de Antropología Forense identificara sus restos, fue traído a su Montecarlo natal para ser enterrado.
Dos años después de haber recuperado los restos de su hijo, Adolfina dijo basta. Falleció hace unas horas en Montecarlo

Félix fue secuestrado el 22 de diciembre de 1976, permaneció en calidad de desaparecido casi 35 años. El 5 de febrero de 2012, su madre Adolfina Villanueva de Escobar recibió la confirmación de parte del EAAF que los restos encontrados en el cementerio municipal de La Plata correspondían con las muestras genéticas aportadas por la familia.

El cuerpo de Félix estuvo enterrado como NN desde el 13 de enero de 1977, tras ser acribillado, en un simulacro de traslado por fuerzas del Ejército la madrugada del 6 de enero de 1977. En ese operativo fueron asesinados además Dardo Cabo y Roberto Rufino Pirles, sacados del penal de La Plata y otros presos políticos retirados presumiblemente de CCD que funcionó en al Comisaria 5° de esa misma ciudad.

Hasta hace una semana estuvo acompañando los talleres por la Memoria histórica de Misiones que lleva adelante la Subsecretaría de Derechos Humanos, invitados por la Cátedra Libre coordinada por el ingeniero Juan Peré en la sede de la Facultad de Ciencias Forestales en Eldorado acompañada por la presencia ineludible de seis de sus hijos.

Ese fue el espacio que encontró para desarrollar su militancia en nombre de su querido hijo, el compañero Félix, luego de que fueran restituidos sus restos que descansan en Montecarlo.

«Lucharé hasta que por lo menos sepa dónde está y que hicieron con mi hijo. Mi esperanza es que antes de irme de este mundo pueda saber que pasó con mi hijo», decía Adolfina. Su máxima esperanza, por lo menos se cumplió. Hoy Adolfina dijo adiós.

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