Caso Lucía: citarán de nuevo al testigo que involucró a Sotelo y después definirán el futuro del sospechoso

La investigación por el asesinato de la estudiante universitaria Lucía Maidana (23) cobró un nuevo impulso con la aparición de las llaves del departamento de la víctima, que estaban perdidas desde el día del asesinato y que misteriosamente fueron ubicadas sobre el techo de una guardería de la calle Tucumán. En los próximos días volverán a citar al testigo que dio los detalles exactos de la ubicación de las llaves. Pasa que hay puntos que generan dudas acerca de su testimonial y además en base a lo que diga se definirá la suerte del único sospechoso que tiene la causa hasta el momento: Nicolás Sotelo.

La primera declaración de este muchacho la dio ante un secretario y el instructor del juzgado de Instrucción Uno. Ahora, el propio magistrado Marcelo Cardozo es el que interrogará al joven, quien se acercó a la familia de la joven fallecida en abril y recién declaró hace algunas semanas.

La hermana de Lucía, Felicitas, dijo que el primer contacto fue vía una página web creada para aquellos que pudieran recabar datos acerca del homicidio. El testigo contó que vio el momento exacto en que Sotelo tiraba las llaves hacia el techo de la guardería, ubicada en diagonal a la Facultad de Humanidades, luego de exhibirlas ante otros estudiantes y de incluso ofrecerlas para que se la llevaran.

Los investigadores quieren saber si el testigo tiene más detalles acerca de los supuestos movimientos de Sotelo con las llaves: si está al tanto de cómo las consiguió; qué dijo sobre ellas; y si alguna vez mencionó algo del crimen de Lucía, por ejemplo. También que precise (si sabe) quiénes son los otros universitarios que habrían visto la escena del sospechoso tirando las llaves.

Con los detalles que se consigan en la audiencia, el juez y sus colaboradores decidirán qué hacen con el único sospechoso, quien por el momento permanece en libertad. El año pasado estuvo preso un mes y luego lo excarcelaron porque su ADN no coincidía con el que levantaron en el escenario del asesinato.

Para los detectives es un caso complejo, porque ningún testigo ubica a Sotelo ni siquiera cerca de donde apareció el cuerpo golpeado y quemado de Lucía el inquilinato en el que residía, sobre la calle Estado de Israel. Es más, no hay quien haya visto a algún sospechoso en el conjunto de piezas de alquilar a la hora en que se presume ocurrió el ataque.

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