Las vacaciones de verano son un paraíso para la fertilidad, por eso, no es casualidad que la mayor parte de los nacimientos se den en los meses 9, 10 y 11 del año. Según el Doctor Nicolás Neuspiller, médico especialista en reproducción, «muchas parejas buscan tener hijos durante el año pero no lo consiguen, a la ansiedad, miedos y carga emocional de esta búsqueda se suma la rutina, las obligaciones y el stress propio del año».
El aumento de embarazos en períodos de descanso no solo se debe a que las parejas tienen relaciones sexuales más frecuentes, tiene que ver sobre todo con el hecho de que los futuros padres están más relajados. Y es que la tranquilidad favorece la fertilidad.