En un año flojo para el Xeneixe, su aparición fue de lo más positivo. No fue citado a la Sub 20, pero Ramón Díaz lo quiere en la selección de Paraguay.
Va a jugar Bravo porque tiene un poco más de experiencia, pero cuando el pibe Cubas agarre la Primera, no la larga más”.
Era la previa de la visita a Olimpo por la sexta fecha del campeonato, segundo partido de Rodolfo Arruabarrena en el banco de Boca. Una molestia muscular en el último ensayo había bajado del avión a Cristian Erbes y el que se subía era el pibe de Aristóbulo del Valle (Misiones), una de las joyitas del semillero xeneize. El reemplazante de Pichi fue tema de discusión en el cuerpo técnico durante la hora y pico que duró el vuelo a Bahía, hasta que finalmente se inclinaron por el cordobés.
Pero algo le veía el Vasco al chiquitín de 1,63 metro. Esa voz de mando que Bianchi ya había detectado en el primer semestre y que lo había llevado a ponerlo unos minutos frente a Gimnasia, Lanús y All Boys y en un amistoso ante Boca Unidos. Pero la chance de afianzarse le tardó poco en llegar: se convirtió en primera opción en caso de bajas en el mediocampo, se ganó a la gente con apenas un puñado de partidos en la elite (jugó 13, perdió solamente uno, ante Gimnasia) y ahora le agregó un nuevo logro para su currículum personal: en la cena anual de Divisiones Inferiores organizada por AFA, fue galardonado como el mejor juvenil de Boca en 2014.
Chicho, apodado así por su papá y por su parecido futbolístico con Serna (“tiene cosas mías, juega muy simple y bien, me gusta mucho”, supo elogiarlo el colombiano), fue una de las mejores apariciones en el año que se va (la otra, Luciano Acosta, sobre todo en el primer semestre). Por eso no deja de llamar la atención que Humbertito Grondona, DT de la Sub 20, no lo haya incluido en la lista de ¡32! preseleccionados para el Sudamericano Sub 20 que se disputará este verano en Uruguay (sí figura Iván Leszczuk, por ejemplo, enganche de la Reserva). Y la noticia sorprende más teniendo en cuenta que Cubitas, que recién en mayo del 2015 soplará 19 velitas, es uno de los tantos argentinos a los que Ramón Díaz tiene pensado tentar para que actúen en la selección mayor de Paraguay (el volante es misionero, pero su padre es guaraní). De todos modos, hace un mes avisó que su idea es esperar una convocatoria argentina.
“Andrés es un chico con muchas condiciones, pero sabe bien que tiene que seguir trabajando. Los elogios son lindos, pero muchas veces pueden hacer daño”, avisó el Vasco.
Cubas, quien tiene como referentes en su puesto a Battaglia y a Gago, empezó a jugar al fútbol a los cuatro años en su pueblo y a los 12 llegó a Boca, donde fue figura de la Sexta, en poco tiempo fue subido a Reserva y ya es un número puesto en cada concentración de la Primera. Sí, se vino la Revolución Cubana.
Fuente: Ole
