Caso Lucía Maidana: buscan a otros estudiantes que habrían visto a Sotelo deshaciéndose de las llaves

Mientras los funcionarios del Juzgado de Instrucción Uno siguen analizando los pasos a seguir en torno a la investigación por el asesinato de la estudiante de Comunicación Lucía Maidana (23), ocurrido el 6 de abril de 2013 en el barrio El Palomar, la familia de la chica y su abogada rastrean a otros universitarios que habrían visto el momento en que Nicolás Sotelo, el único sospechoso que ha tenido la causa hasta el momento, deshaciéndose de las llaves del departamento de la víctima. Esas llaves son las que aparecieron la semana pasada, luego de que un testigo declarara que había sido Sotelo el que las arrojó al techo de una guardería ubicada casi enfrente de la Facultad de Humanidades, sobre la calle Tucumán, en Posadas.

“El testigo que apareció estaba hace hacía mucho tiempo. Era una cuestión del juzgado que no lo llamara antes para que contara lo que sabía. Él se contactó a la página de Lucía, creada justamente para que aquellos que tuvieran información la arrimaran. Él se contactó allí y después se comunicó con la fiscal, que le tomó los datos. En abril fue esto y recién hace unos días lo citaron”, contó en una charla con Misiones Online y Radio Libertad Felicitas Maidana, hermana de la joven asesinada.

“Él se presentó de manera voluntaria. Es una persona que presenció el hecho. Sabía exactamente el lugar donde estaban las llaves. Incluso contó que Sotelo quería que ellos (por los presentes) tomaran las llaves. Él se animó a hablar, pero los otros todavía no. Otros estudiantes de Humanidades vieron la escena. Es gente que momento antes había salido del comedor universitario y se dirigía a clases.  Una vez que los identifiquemos pediremos que los convoquen como testigos”, precisó la chica, que dejó Posadas para volver a Capioví, su pueblo, donde ejerce la docencia. De todos modos aclara: “Seguimos muy de cerca lo que está pasando”.

Sobre Sotelo, Felicitas fue contundente: “Algo tiene que ver. El hecho de que lo apuntaran con relación al paradero de las llaves era algo que lo manejábamos desde hace bastante tiempo”.

“Eramos vecinos. El único problema grave que tuvimos con él fue una vez que discutimos y nos quiso agredir. Residía en la puerta continua a nuestro departamento. Estuvo seis meses en el inquilinato, pero  luego de ese incidente lo echaron”, recordó.

“El nos quiso pegar. Tuvo una conducta agresiva conmigo. Le cerré la puerta en la cara. Se instaló frente a mi departamento y tuve que llamar a la Policía. Para entonces ya se había peleado con otra vecina, que también declaró. Después se peleó con los vecinos de enfrente”, agregó.

Según Felicitas, en otra ocasión le pidió que bajara el volumen de la música y que dejara de pegarle a su novia. “Todo el tiempo volaban cosas por la pared. Esa chica se fue de Posadas. Ella ratificó lo de las llaves de nuestro departamento. Le pidió que las devolviera. Todo esto está en su testimonial”, apuntó.

También deslizó sus sospechas sobre el incendio de un árbol ubicado frente al inquilinato y cuyas ramas caían sobre el departamento. “Era de canela, tardamos un montón en controlar el fuego”, evocó.

Finalmente afirmó que para ella su hermana fue violada. “Hubo abuso sexual. Tenía los muslos calcinados porque querían borrar las pruebas”.

Felicitas, al igual que el resto de la sociedad, está expectante por el futuro de la investigación, que esta semana tendría novedades.

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