Teléfono celular: distracción mortal en la conducción

Según datos de la Organización mundial de la salud cada año, los accidentes de tránsito causan la muerte de aproximadamente 1,24 millones de personas en todo el mundo y las lesiones causadas por el tránsito son la causa principal de muerte en el grupo de 15 a 29 años de edad. A pesar de que los países de ingresos bajos y medianos tienen menos de la mitad de los vehículos del mundo, se producen en ellos más del 91% de las muertes relacionadas con accidentes de tránsito. La mitad de las personas que mueren por esta causa en todo el mundo son «usuarios vulnerables de la vía pública», es decir, peatones, ciclistas y motociclistas.

Uno de los factores involucrados en el alto índice de accidentes de tránsito son las distracciones al conducir, las cuales pueden alterar el modo de conducir. Recientemente se ha registrado un aumento notable de estas distracciones como resultado del uso de los teléfonos celulares por los conductores, que es un motivo de preocupación cada vez mayor en la esfera de la seguridad vial.

Los teléfonos celulares y la conducción

El teléfono celular es un dispositivo móvil que ha revolucionado el desarrollo e innovación tecnológica con la finalidad de ser una herramienta útil para la vida de los seres humanos y sus actividades, tanto en el ámbito profesional como personal, debido a la necesidad de monitorear correos, información, documentos, conectarse a las redes sociales, compartir fotos, videos, escribir mensajes, realizar llamadas telefónicas, realizar transacciones, localizar lugares, direcciones y tener acceso a múltiples aplicaciones disponibles en el mercado destinadas a diferentes fines. Las características y utilidad de estos dispositivos móviles y el ritmo de vida de las personas, fomentan su uso incluso mientras conducen, aumentando las distracciones derivadas de su uso, al igual que los riesgos de verse involucrados en un accidente de tránsito.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) difundió un estudio realizado por el Reino Unido denominado “Teléfonos Móviles, un problema creciente en la distracción de los conductores”, que determinó que la distracción que genera un celular es peor que los efectos que provoca manejar con o por encima del límite permitido de alcohol en sangre.

Hablar por teléfono celular es un distractor mucho más grave que leer publicidad, comer mientras se conduce o encender la radio, y las “las alteraciones en el comportamiento del conductor producidas por el uso del teléfono celular son tan profundas como las ligadas a la conducción bajo los efectos del alcohol”.

Para la Organización Mundial de la Salud “distraerse”, implica que el conductor tendrá que dividir su atención entre una “tarea principal”, conducir, y una “secundaria”, hablar por teléfono. Por lo que sí, una persona que maneja a 130 kilómetros por hora realiza una llamada telefónica de apenas un minuto, habrá circulado más de 2.1 kilómetros sin estar totalmente concentrado en lo que estaba haciendo.

Si bien hablar por teléfono celular mientras se conduce resulta alarmante, enviar mensajes de texto lo es aún más pues datos de la OMS revelan que “el tiempo que los conductores desviaban la mirada de la carretera aumentó en un 400 por ciento cuando leían o enviaban mensajes de texto”, adicionalmente el 28 por ciento de los conductores invadieron el carril contrario o realizaron cambios incorrectos en el 140 por ciento de los casos.

Un estudio de simulación realizado también en el Reino Unido mostró que los conductores entre 17 y 24 años eran los que más utilizaban el celular para enviar o leer mensajes y la mayoría sufría una “reducción en su capacidad para mantenerse en el carril adecuado y para mantener la distancia de seguridad con el siguiente vehículo”, además de un aumento en el tiempo de reacción. “Concretamente, se encontró que el envío de mensajes de texto provocaba un incremento del tiempo de reacción de un 35 por ciento”, agregaba el estudio.

Al igual que los estudios realizados por Reino Unido uno más realizado por la Universidad de Toronto expone que hablar por celular mientras se conduce es tan arriesgado como manejar con más de 1 gramo de alcohol por litro de sangre, pero no solo genera problemas de distracción, que son un peligro para la seguridad vial; sino que la persona que maneja atendiendo una llamada por el celular registra alteraciones en su ritmo cardiaco.

Según el mismo estudio, el ritmo cardiaco de un conductor que habla por teléfono aumenta progresivamente desde 88 pulsaciones por minuto hasta más de 100, incluso puede llegar a 145 pulsaciones por minuto si es que la llamada altera los ánimos del conductor.

Entre tanto, una investigación del departamento de Psicología de la Universidad de Utah, señala que manejar hablando por teléfono resulta más peligroso que conducir ebrio. Precisa que en las pruebas que se realizaron, los conductores que usaron teléfonos celulares fueron 5.4% veces más propensos a tener un accidente que los conductores sin distracción.

En los países bajos, el uso de teléfono celular durante la conducción fue responsable del 8.3 % del número total de víctimas mortales y de heridos en carretera en 2004.

En Perú el Consejo Nacional de Seguridad Nacional informó que utilizar el teléfono celular mientras se maneja, aumenta entre cuatro y nueve veces la posibilidad de tener accidentes severos de tránsito.

En México el Consejo Nacional para la Prevención de Accidentes (CONAPRA) informó que durante la temporada navideña los accidentes de tránsito incrementan de 15 a 20%, siendo las causas principales el consumo de alcohol, el exceso de velocidad y usar el teléfono celular mientras se maneja. La población más afectada tiene entre 15 y 29 años.

De acuerdo con la comisión de Movilidad, Transporte y Vialidad de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), en 2012 la Ciudad de México se registraron 13 mil 22 accidentes viales, de los cuales 651 fueron por utilizar el celular al conducir. Además, en 2010 se registraron 16 mil multas por conducir y hablar por celular; un año más tarde pasó a 18 mil 790.

Utilizar el teléfono celular durante la conducción se sitúa como la tercera causa principal de los accidentes de tránsito después de conducir a exceso de velocidad y bajo los efectos del alcohol. Las tendencias actuales revelan que para 2030 los accidentes de tránsito pasaran de ocupar el 8° lugar a ocupar el 5° lugar entre las principales causas de muerte en el mundo.

Distracciones al utilizar el teléfono celular mientras se conduce

Distracción durante la conducción se entiende como el desvío de la atención de todas aquellas actividades esenciales para una conducción segura hacia otra actividad diferente.

Las distracciones en la conducción pueden ser de cuatro tipos:

Visuales (por ejemplo, apartar la vista de la carretera para realizar una tarea no relacionada con la conducción);
cognitivas (por ejemplo, reflexionar sobre un tema de conversación del que se esté hablando por teléfono, en lugar de analizar la situación de la carretera);
Físicas (por ejemplo, cuando un conductor sujeta o manipula un aparato, en lugar de conducir con ambas manos al volante, o cuando marca un número de teléfono o se inclina para sintonizar una emisora de radio, lo que puede hacer que el volante gire);
Auditivas (por ejemplo, responder a un teléfono celular que suena o tener aparatos con el volumen tan alto que no se puedan oír otros sonidos, como la sirena de una ambulancia)
Más de una de esas categorías de distracción podrían darse al mismo tiempo, dependiendo de cuál sea el desencadenante concreto.

Efectos del uso del teléfono celular en la conducción

Áreas en el comportamiento del conductor que se ven afectadas por el uso del teléfono celular

El uso del teléfono celular puede hacer que el conductor:

Aparte la vista de la carretera (distracción visual);
Aparte la mente de la carretera (distracción cognitiva);
Quite las manos del volante (distracción física).
También puede producirse distracción auditiva, provocada por el timbre de un teléfono que suena, aunque la duración de esa distracción suele ser más corta que en el caso de otras distracciones.

El uso del teléfono celular puede afectar al desempeño de la conducción con respecto a una serie de tareas, dando lugar a lo siguiente:

No percibir la presencia de peatones, ciclistas y obstáculos de la vía pública;
Incremento del tiempo de reacción para detectar y responder a acontecimientos inesperados relacionados con la conducción;
Reducción de la capacidad para mantener una posición correcta en el carril;
Reacciones de frenado más lentas con frenadas más intensas y distancias de parada más cortas;
reducción de la capacidad para mantener la velocidad adecuada (esto es, normalmente se circula más despacio);
Incremento del tiempo de reacción ante las señales de tráfico o no percibirlas;
No respetar la prioridad en los cruces o intersecciones una de cada cuatro veces;
Registra errores al ceder el paso a otro vehículo;
Da giros inapropiados e inesperados;
Reducción del campo de visión (es decir, el conductor suele mirar más hacia delante que a la periferia o por los espejos);
Reducción de la distancia de seguridad;
Calcular mal el espacio necesario en el flujo circulatorio para incorporarse con suficiente tiempo a la circulación de forma segura;
Aumento del trabajo intelectual, lo que genera niveles de estrés y frustración más elevados;
Reducción de la percepción del conductor de lo que ocurre a su alrededor.
El peligro de que la distracción tenga efectos en la conducción depende de distintos factores, tales como:
Existe una serie de factores relacionados con el conductor que también pueden ser importantes para determinar el grado en qué la distracción afecta al comportamiento del conductor. Éstos son:

La edad de la persona que conduce, regularmente adolescentes y adultos jóvenes son los más recurrentes;
El sexo, según estudios revelan que los hombres son más propensos a usar el teléfono celular mientras conducen;
La experiencia del conductor;
Adopción de comportamiento de riesgo, es decir, una persona que conduce a exceso de velocidad o bajo los efectos del alcohol, no usa el cinturón de seguridad tiende más a utilizar el teléfono celular mientras conduce.
Conductores comerciales, los conductores de autobuses y de vehículos pesados, que han de asumir durante la conducción funciones diferentes y a veces concurrentes, son especialmente vulnerables a los efectos de la distracción.

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