Familiares de los seis policías apresados por la muerte del albañil Carlos Raúl Guirula (30), al que ultimaron a golpes luego de que lo detuvieran por un incidente menor en un motel posadeño, el pasado mes de julio, presentaron un petitorio en la Casa de Gobierno, en el que exigen la liberación de los uniformados.
“Sentimos profundamente el fallecimiento del señor Guirula y acompañamos en el dolor a sus familiares”, detalla al principio la nota que entregaron en La Rosadita este mediodía.
“Como misioneros que somos, y en el amor que sentimos por nuestra provincia, queremos expresarle que confiamos plenamente en el ejercicio del Poder Ejecutivo, como también en el Judicial, que es independiente”, añaden.
Luego detallan seis puntos:
“1- Queremos que el Poder Ejecutivo, a través de sus ministros, nos garanticen la administración de justicia, clara y transparente en la causa en cuestión; utilizándose el sano juicio basado en la prueba, sin influencias de otros poderes y/u organismos.
2- Que el expediente judicial antes mencionado no sea utilizado en provecho de la campaña electoral 2015.
3- Que luego de una revisión de la causa de referencia, se proceda al cambio de carátula de la misma. A nuestro parecer es excesiva la figura de ‘Tortura’ y no se condice con la realidad de los hechos sucedidos.
4- Que la presión social e institucional no haga torcer el brazo imparcial de la Justicia.
5- Solicitamos que el gobernador nos conceda a la brevedad una audiencia, para dialogar sobre estos temas.
6- Solicitamos que nuestros familiares no sufran medidas a modo de represalia por nuestro pedido.”
La oficial Lourdes Beatriz Tabarez, el sargento primero Claudio Marcelo Servián y el agente Carlos Da Silva, todos de la seccional XIII; y de los cabos primeros Lucas Nahuel Saravia y Ricardo Escobar; ambos del Comando Radioeléctrico de la Unidad Regional Uno, están imputados el delito de “torturas seguida de muerte agravadas”. El oficial subayudante Carlos Alberto Zidorak, del Comando Radioeléctrico, está acusado de “omisión funcional para evitar torturas”.
El sábado 19 de julio Guirula y dos amigos entraron en el motel Park con dos prostitutas. Cuando ya se retiraban, el albañil tuvo una discusión con el conserje, porque se negaba a pagar la cuenta de lo que había consumido. Consideraba que lo que le querían cobrar era excesivo. Desde el albergue transitorio llamaron a la Policía y al rato cuatro patrulleros llegaron al lugar.
Guirula no solo fue recudido y esposado. La dieron una paliza brutal que hizo que llegara muerto en el patrullero en el que lo trasladaron a la comisaría XIII.
