Gabriel Schurrer, un DT que el domingo rendirá el exámen más importante de su incipiente carrera

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Si el próximo domingo Crucero del Norte derrota a Patronato y asciende a Primera, no solo marcará un hito en la corta vida del Colectivero, también será un punto de inflexión para la vida de Gabriel Schurrer, técnico de la nueva camada que llegó a Misiones con dos antecedentes en su incipiente camino con el buzo: Lanús y Argentinos Juniors. Ahora quiere sumar la mayor estrella para el club misionero.

Será también, sin duda, el primer éxito del otro lado de la línea de cal, en la vida de este rafaelino de apenas 43 años que tuvo una exitosa carrera como segundo zaguero central, que inlcuyó 10 años en Europa, donde jugó Champions League y fue campeón de la Liga de España con el Deportivo La Coruña. Como jugador, Schurrer también jugó la Copa América de Uruguay 1995 con la Selección Argentina conducida por Daniel Passarella, además de haber disputado 193 partidos en el Granate, donde marcó 22 goles.

En Lanús (2010) Schurrer llegó tras la salida de Luis Zubeldía y tuvo sus mejores números con el equipo del Sur del Conurbano: 73 partidos dirigidos, con un saldo de 31 victorias, 23 empates y 19 derrotas.3

En cambio fue un fiasco su paso por Argentinos Juniors, tras la salida de Leonardo Astrada. Estuvo apenas 7 partidos al frente del equipo, donde cosechó un empate y 6 derrotas consecutivas, que lo llevaron a presentar su renuncia. Se sabe, en el fútbol los resultados mandan.

Para un técnico joven, un paso en falso como el que tuvo Schurrer en el Bicho es moneda corriente, es cierto. Pero no menos cierto es que el DT llegó a Misiones buscando encaminar su carrera y demostrar que puede lograr cosas fuera de su «casa» como es para el rafaelino el actual club dirigido por Guillermo Barros Schelotto.

Por eso tiene tanta relevancia este paso exitoso por la B Nacional. En el Colectivero, los números de Schurrer son positivos. El rafaelino llegó a Posadas en marzo de este año para reemplazar a Ivan Delfino. Debutó ante Unión con un empate 0 a 0 de local. El equipo ya estaba en una fase descendiente tras una primera rueda donde fue la revelación y ocupó durante varias fechas puestos de ascenso, desplazando al mismísimo Independiente dirigido entonces por Omar de Felippe.

En lo que faltaba de esa temporada 2013-2014 el Colectivero, con Schurrer en el banco, jugó 16 partidos (ganó 6, empató 2 y perdió 8 con 14 goles a favor y 20 en contra).

Y en este torneo de transición, Crucero ganó 8, empató 3 y perdió 7, con 14 goles a favor y 17 en contra.  Sus números totales en el Colectivero: 34 jugados, 14 ganados, 5 empatados y 15 perdidos; goles a favor 31 y goles en contra 34.

 

 

El gran mérito de Schurrer en Crucero fue conformar un equipo que pelea mano a mano con los equipos de mayor presupuesto, muchos cargados de figuras con pasado o destino de Primera o Europeo (Huracán, Atlético Tucumán).

Crucero arrancó bien y fue de menor a mayor en la primera rueda, sobre el final llegó a sacar chapa de tener una localía casi inexpugnable, temida por los DTs rivales que venían a la Tierra Colorada obsesionados con la cancha grande y el paso alto del Guacurarí y con el juego de pelotazo o pase largo, aprovechando todo el ancho y largo del enorme rectángulo de Santa Inés, explotado por los rapiditos de arriba, dos desconocidos que llegaron de Paraguay: Gabriel Avalos y Nico Martinez.

Todo esto, sin ninguna figura rutilante, y al que, además, se le fue uno de los grandes goleadores de la temporada pasada, Ernesto “Pinti” Alvarez. Es que, ni Crucero ni Guaraní tienen presupuestos como para tener en sus filas al goleador de la segunda división. Y si algún jugador del Colectivero o la Franja se convierte en goleador «corriendo de atrás», entonces lo más probable es que al final de la temporada  emigre, porque su cotización y su contrato será difícil de afrontar para un equipo de Misiones.

Esa es la realidad que también el hincha debe sopesar a la hora de analizar el rendimiento del equipo. Crucero y Guaraní, si bien son el «River» o «Boca» del fútbol vernáculo por su importancia, fronteras afuera de la provincia tienen otro rol. Su verdadera posición en el universo de la segunda división indica que Crucero o Guaraní le son a la B Nacional lo que un Godoy Cruz, Belgrano de Córdoba u Olimpo, le es a la Primera División.

Por eso Schurrer a veces se enoja cuando siente que las críticas al juego del equipo no consideran esta realidad. Otro mérito del ex Lanús fue lograr una base de titulares de 16 o 17 jugadores que rotaron en un torneo con fechas muy apretadas sin que el equipo alterara sus prestaciones.

El sanatafecino llegó a cambiar hasta seis jugadores de un partido (viniendo de un triunfo) a otro sin que el equipo resintiera su funcionamiento. Toda una audacia en el fútbol resultadista de hoy que apoya la máxima: equipo que gana no se toca.

También, a pesar de su plantel corto y las pocas alternativas que tiene, logra realizar cambios que muchas veces tuercen partidos a favor del Colectivero: Cólzera, Chironi, Figueroa, Nico Martínez en los primeros partidos, han sido revulsivos cuando el conjunto no encontraba respuestas.

Por momentos Schurrer siente que su labor –a pesar de estar a las puertas del mayor logro deportivo del Colectivero- no fue del todo valorada y que su estilo futbolístico es más ofensivo de lo que refleja una parte de la prensa.

En diálogo con Misiones Online expresó cierta molestia por algunas criticas hacia su forma de jugar y al respecto dijo “muchos periodistas ni siquiera saben cual es esquema que hemos utilizado en la mayoría de los partidos y lo critican. Cuando Guaraní gana lo ponen bien arriba porque la mayoría son hinchas. Se  desmerece a veces el trabajo que venimos haciendo pero igual no nos importa porque tenemos la meta bien clara”, señaló.

A esto agregó “siempre hemos intentado ganar en cualquier cancha y dependiendo de lo que enfrentábamos. A muchos le va a gustar y habrá a otros que no. La diferencia cuando perdimos siempre fue mínima y las cosas a veces no han salido o no tuvimos esa suerte que hay que tener”. Al mismo tiempo reconoció que hubo partidos en donde el equipo no jugó bien.

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Sobre la actualidad del equipo, el DT admitió que Crucero ya no es el equipo temible de la primera rueda, sobre todo jugando de local. “Yo sabía que el bajón futbolístico iba a llegar porque le pasó a todos. Pero lo bueno es que siempre dependimos de nosotros y así será hasta el final del torneo”. Además sabe que contra Patronato será un duelo complicado porque los entrerrianos se juegan la última posibilidad de aspirar uno de los ascensos.

Crucero sumó 4 de los últimos 18 puntos en juego y de todas maneras nunca ha salido de zona de ascenso. “Fue importante llegar a los 23 puntos al principio y si bien la idea era cerrar cuanto antes la clasificación no lo pudimos hacer”, explicó el santafesino.De todas formas, Schurrer asegura que a la larga “son los resultados” los que definirán la valoración sobre su trabajo.

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Schurrer en 2010, como DT de Lanús, donde reemplazó a otro de la nueva camada: Luis Zubeldía. En el Granate hizo una muy buena campaña. Luego fue a Argentinos y duró 7 partidos. Crucero es su tercera estación como DT y podría volver a Primera de la mano del Colectivero el próximo domingo.

Por último dejó un concepto en como habría que encarar el encuentro en donde seguro habrá muchos nervios. “Sería ideal ir ganando 3 a 0 a los diez minutos del primer tiempo pero es difícil que pase. Por eso tenemos que trabajar más que nunca y focalizarnos en hacer lo nuestro y estar concentrados todo lo que dure el encuentro en donde presión seguro habrá”, añadió.

 

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