Las 39 plazoletas ubicadas en las cuatro avenidas que enmarcan el centro posadeño cambiarán su fisonomía a partir de una intervención urbana diseñada en forma conjunta por el municipio y la Provincia. El viernes se abrió la circulación en los primeros tres espacios remozados, localizados sobre la avenida Corrientes, entre calles Salta y La Rioja. Senderos centrales continuos y más anchos, elevación del terreno, artefactos económicos y resistentes y un destacado espacio para árboles y plantas son las características principales del proyecto.
Luego de casi una década en la que la inversión pública aplicada a los espacios públicos en Posadas se concentró casi exclusivamente en desarrollar la zona costera, con la excepción de las intervenciones en las dos principales plazas del centro, ahora la Provincia y el municipio avanzan en un plan para reformular las plazoletas de las cuatro avenidas, espacio de transición entre el centro de la ciudad y los barrios linderos.
Desde el viernes están a la vista los primeros resultados de ese trabajo en las cuatro plazoletas de la avenida Corrientes, entre las calles Salta y La Rioja. Según explicó el gobernador de la provincia Maurice Closs, allí se volcaron conceptos surgidos de la planificación conjunta entre especialistas del municipio y la Provincia y otros copiados de otras ciudades. “Algunas cosas las copiamos y las adaptamos a nuestro gusto y a nuestro bolsillo: sacamos ideas de la remodelación de las plazoletas de la avenida 9 de Julio en Buenos Aires, otras de la ciudad de Lima, Perú”, dijo.
Una de las principales características de las nuevas plazoletas es un sendero central más ancho, que reemplaza a los dos caminos laterales. El cambio está orientado a brindar una circulación más segura, ya que aleja a los peatones de los autos y a mejorar la accesibilidad para quienes se trasladen en sillas de ruedas o transporten algún tipo de chango o carro con ruedas, en este punto la mejora está dada por el ancho del sendero y la eliminación de obstáculos como raíces levantadas.
Otro de los cambios más llamativos en la elevación del nivel. Según explicó el vicepresidente del organismo encargado de llevar adelante las obras, el Instituto Provincial de Desarrollo Habitacional (Iprodha), Horacio Blodek, se agregó tierra para favorecer el desarrollo de nueva vegetación y preservar los árboles añosos. “Muchos de los árboles estaban con las raíces descubiertas, estaban en riesgo de caída por la erosión. La idea fue armar una especie de talud alrededor de los árboles para preservarlos”, explicó.
En torno a los árboles se organizaron los lugares de descanso, para aprovechar la sombra natural y los senderos unen cada uno de esos lugares.
Otra de las características es el bajo costo y la alta resistencia de los materiales empleados, tanto para definir la estructura de la plaza, cuanto en los artefactos. Los senderos son de concreto crudo, los bancos están moldeados en cemento, integrados a los canteros, las luminarias nuevas están a mayor altura para dificultar actos vandálicos y los cestos de basura están montados sobre robustos bloques de concreto.
Estas son obras relativamente baratas y de una ejecución muy rápida y esto es una gran ventaja. Son obras que aumentan el verde, es un gran desafío ahora del municipio y seguramente de todos encontrar una forma que este verde prenda y ande bien y que sea el césped un elemento crítico”, indicó el mandatario.
“Hicimos esto con una tendencia mundial de urbanización, con cosas cómodas de transitar, cosas que sean económicas. Seguramente que estas plazas, que son la primeras, darán lugar a que las personas opinen, que podamos ajustar algunas cosas, que podamos adaptarlos”, aseguró Closs.
