Denuncian a Alto Paraná por hostigamiento y amenazas a comunidad indígena

Ingresó al INADI una denuncia contra la empresa chilena Alto Paraná SA, a la que acusan de someter a una comunidad Mbya a constantes acciones intimidatorios con el fin de que abandonen un predio que ocupan en Puerto Iguazú. Afirman que personas contratadas por la empresa, efectuaron disparos dirigidos hacia la zona ocupada por la comunidad y someten a sus integrantes, entre ellos once niños, a requisas en las que los despojan de alimentos, herramientas y cualquier pertenencia que intenten ingresar.

La compañía de capitales chilenos Alto Paraná, la que posee mayor extensión de territorio en la provincia, volvió a ser denunciada por malos tratos a población indígena. Esta vez fue acusada ante la delegación local del Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (Inadi), de hostigar a una comunidad aborigen recientemente conformada en Puerto Iguazú. La aldea se llama Guazurarí y está compuesta por doce familias, integradas por más de 45 personas, entre ellas once niños quienes afirman que gente contratada por la empresa los somete a un hostigamiento constante, que incluye requisas ilegales y disparos al amparo de la noche. La denuncia la presentó Miguel Báez, cacique guaraní, hermano de uno de los integrantes de la aldea Guazurarí. Gendarmería ofreció custodiar la zona.

Los aborígenes afirman que la compañía pretende desplazarlos del lugar en el que se instalaron, un pedazo de selva en el que levantaron humildes chozas construidas con materiales obtenidos en la zona, porción de territorio al que consideran propio por derecho ancestral.

La denuncia recoge testimonios de los integrantes de la comunidad Mbya, quienes aseguran que personas enviadas por Alto Paraná, constantemente intentan impedirles el acceso al predio que ocupan y los someten a requisas ilegales en las que los despojan sin mediar argumentos, de cualquier pertenencia que lleven encima, sea comida, ropa para sus hijos, herramientas o materiales  para mejorar su condición habitacional.

Además señalaron que en los últimos días, debieron soportar que desconocidos efectúen disparos dirigidos al precario asentamiento que ocupan, poniendo en riesgo la vida de todos los integrantes de la comunidad.

En un manifiesto elaborado por los integrantes de la aldea, los miembros de Guazurarí pidieron que Alto Paraná les permita vivir sin amenazas ni intimidaciones, en el monte nativo, contexto que les resulta necesario para desarrollar su cultura.

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