Tragedia del Paraná: «La Prefectura nunca tuvo gente preparada para el rescate», declaró Franco Bacigalupi

Desde las 9 se reanudó en la sala de audiencias del Tribunal Federal de Posadas el juicio por la Tragedia del Paraná, la competencia de aguas abiertas en la que el 16 de enero de 2010 perdieron la vida ocho deportistas. La de hoy es una nueva audiencia de testimoniales.
El primero en ser convocado fue Franco Bacigalupi. Es hermano de Mauro, una de las víctimas.
Su testimonio fue uno de los más contundentes de los que se escuchó hasta el momento. Criticó duramente a la Prefectura Naval Argentina y de manera indirecta a la organización de la competencia.
«Cuando llegué al puerto ya había pasado todo y mucha gente estaba llorando. Apenas me entero de que Mauro estaba desaparecido, Hugo ‘Tyson’ Alfonso me dijo que mi hermano y Eugenio Seró estaban agarrados a unas ramas, en Paraguay», fue lo primero que dijo.
El actual responsable del Seguridad Acuática de la provincia recordó que «no había muchas lanchas para salir a buscar y Prefectura comenzó a sacar las piraguas del río de no sé quién. Les dijimos que había desaparecidos y no nos hicieron caso».
«Una vez que movieron las barcazas, apareció la moto de agua de Mauro. Él y Krieger fueron los únicos que rescataron gente», añadió el testigo.
Sobre el accionar de la PNA, Bacigalupi fue terminante: «Nunca tuvo la gente preparada para el rescate. Siempre fue la Policía la que ayudó más. Todos los cuerpos fueron encontrados por civiles».

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«Todo se hizo mal desde el principio. El puerto estaba inundado y se cambió de lugar de salida y llegada sin tener en cuenta las barcazas y el peligro que significaban», agregó.
Muy conmovido afirmó: «Tuve que dejar de ser hermano para transformarme en rescatista y eso fue duro».
Agregó que “una vez encontré una lancha de Prefectura con sus tripulantes tomando tereré en plena búsqueda. Eso me indignó porque horas antes habían pasado unas coordenadas en donde podría estar un cuerpo pero eso me enteré cuando llegué a tierra.
Uno de los momentos más duros de la declaración de Bacigalupi fue cuando recordó el momento que encontraron a Mauro, su hermano. “Fue a los 17 días aproximadamente. Ahí se me terminaron las fuerzas y le pedí disculpas a la familia de Leiva, que era el único que faltaba. No podía hacer más”, agregó visiblemente dolido al igual que sus padres, también presentes en la sala de audiencias.
En cuanto a su parecer de cómo se hicieron las cosas, dijo que “todo estuvo mal desde el principio. Desde el 2006 que la organización de ese evento venía mal y Tyson la tomó sin tener en cuenta que en ese año ya había ocurrido una muerte. Fue un joven que colocaba algunas boyas antes de una competencia y también ahí su familia responsabilizó a Prefectura y a los organizadores”, recordó.
Por último dijo que “Prefectura tenía la potestad de suspender la competencia porque se había escuchado de un alerta meteorológico y no lo hizo. El Puerto viejo estaba totalmente bajo agua y no creo que se haya controlado todo los elementos de seguridad”, concluyó.
Después declaró el profesor Gustavo Breitenbruch, entrenador de varios nadadores del club Capri, entre ellos el chico Sebastián Ruzecky, otra de las víctimas.
El hombre dijo que desde el 2000 había estado en la organización junto a Pedro González y siempre fueron recibiendo la colaboración de un grupo de padres, nadadores y Prefectura. Sin embargo, en el 2008 él se alejó de lo que fue la organización directa pero siguió ayudando a quien quedó a cargo, Hugo Alfonso.
Breitenbruch recordó que junto a Pedro González y a otras personas en la lancha de Oscar Bossi, otro de los testigos que ya pasó por el tribunal, estuvieron en la competencia del 2010 pero como espectadores. Así confirmó que la organización de ese año era de uno de los imputados.
Contó que poco después de la largada algunas piraguas comenzaron a tener problemas por el viento y la corriente, que habían cambiado respecto al inicio. Confirmó lo que había dicho Bossi, que fueron a ayudar a una embarcación dada vuelta con dos hombres y al poco tiempo se dieron cuenta que la succión que generaban las barcazas los estaba atrapando.
Dijo además que pudieron salvar a esos dos hombres como al profesor Solé Masés y su acompañante. “No se podía acercar demasiado al embudo que formaban las barcazas”, reiteró. Y dijo que hicieron lo imposible. Cuando habían arrojado una soga, la cuerda se cortó y vieron como muchos se perdieron en el agua, luego de intentar tomarse del lazo.
Breitenbruch recordó que cuando él era parte de la organización siempre había lanchas de apoyo, no menos de diez y que muchas veces colaboraban personas en gran número y otras tantas pocas. Respecto a ese día no recuerda cuántas pero sí dijo que había embarcaciones de apoyo. También que hubo alguna charla previa para los participantes, pero que nadie advirtió sobre las barcazas. “Habías deportistas de mucha experiencia y gente abocada a la actividad en el río hace mucho y nadie pudo imaginar que eso pasaría”, señaló.
“Fue un cruce muy triste porque nos dejó a muchas personas lastimadas y perdimos a grandes seres humanos”, se lamentó.

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El último testigo que compareció en el turno matutino fue Orlando Krieger, quien era acompañante de Fernando Solé Masés. El instructor de canotaje indicó que en la piragua estaba con Federico, hermano de Fernando, otro de los nadadores que perdieron la vida ese día.
Krieger contó que cuando llegaban a Paraguay para alistarse a la largada ya advirtieron una fuerte corriente en el río. “Nadie nos dijo nada de las barcazas, aunque sí se dieron algunas recomendaciones pero creo que más por el lado de la competencia. Después de la salida volcaron como cinco piraguas”, dijo.
Con un profundo pesar dijo que no se dieron cuanta cuando la corriente los fue metiendo cerca de las barcazas. No le dio tiempo para hacer mucho. “Cuando estaban atrapados no podían salir porque no querían dejar a su nadador”, detalló. El momento duro fue cuando la embarcación en la que iban Krieger, uno de los Solé Masés, se dio vuelta. Ahí todos fueron llevados hacia un embudo. “La cabeza me daba para seguir luchando, pero el cuerpo no. Después apareció una lancha de Prefectura y me rescató. Mucha gente fue absorbida por las barzacas y algunos pudieron salir del otro lado, como Federico, pero lamentablemente Fernandito, no”. Esto en alusión a los hijos de Luis Solé Masés.
También dijo que una vez que estaba a salvo se puso a colaborar con los prefectos en el rescate y pudieron sacar a varios con el chaleco que llevaba antes puesto. Lo ataron a una soga y así algunos pudieron ser llevados hasta el bote. Algo que ya habían detallado otros testigos.
Por la tarde, fue convocado el conductor televisivo Carlos Di Falco, a quien llamaron luego de que las partes vieran un video posterior a la tragedia donde detallaba cómo había sucedido todo. Ese material audiovisual fue repetido en la jornada y después le dieron la palabra al testigo. «Siempre pedimos ayuda al Estado para las actividades, pero nunca nos ayudaron para los raid náuticos», arrancó y a continuación criticó a la Prefectura: «Siempre nos pedía combustible».
Di Falco admitió que «siempre le faltamos el respeto al río, nunca se tomaron todas las precauciones en ninguna competencia en el Paraná. Fue siempre así nomás. Incluso una vez en Corrientes salimos todos los palistas sin salvavidas; fuimos unos imprudentes. Nadie controló esa vez, si pasaba algo, nadie nos iba a encontrar».

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